El sueño es uno de los momentos más importantes del día. Dormir bien puede hacer la diferencia entre tener un buen día o uno no muy bueno por levantarse estresado a causa de no haber tenido un sueño reparador.
Y es que dormir bien es muy importante para tener buena calidad de vida. El sueño es el momento en el que el cuerpo empieza un proceso de restauración muscular, ósea y hormonal, por eso es que los especialistas recomiendan dormir ocho horas para tener un descanso óptimo.
Sin embargo, muchas personas tienen problemas para dormir o al dormir. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 40 por ciento de la población mundial sufre alteraciones del sueño.
Estamos en la era de la aceleración, en la que todo urge, todo se tiene que hacer rápido. Y esto nos lleva a tener un ritmo de vida que provoca que no descansemos adecuadamente ya sea por problemas en el trabajo, económicos, emocionales y demás; lo que nos lleva a que se desarrollen alteraciones del sueño.
Para entender acerca de las enfermedades relacionadas al sueño, es necesario conocer este proceso, refiere en su sitio electrónico el Centro de Neurodesarrollo y la Conducta.
Por eso nos explica que el sueño está dividido en cinco etapas:
En la primera se produce el adormecimiento, inicia la vigilancia y se logra la transición al sueño; en la segunda se reduce el ritmo cardiaco y respiratorio, se entra en un estado de sueño ligero.
En la tercera etapa se alcanza un estado de relajación profunda, en este momento se segrega la hormona del crecimiento; en la cuarta se entra al sueño profundo o delta, es aquí en donde se determina la calidad de nuestro descanso; es muy difícil despertarnos cuando estamos en esta fase.
Y la quinta etapa que es cuando se producen los movimientos oculares rápidos y la actividad cerebral aumenta, también se da el espacio propicio para los sueños por el estado de relajación en el que nos encontramos.
Ahora bien, si alguna de estas etapas se ven afectadas, podría ser síntoma de una enfermedad relacionada al sueño. El Centro de Neurodesarrollo y la Conducta señala que es el momento de acercarse a una clínica del sueño para que mediante una polisomnografía se nos pueda diagnosticar si tenemos alguna alteración.
Refiere que este tipo de clínicas se ocupan de tratar padecimientos basados en: las dificultades para conciliar el sueño o permanecer dormido, quedarse dormido fácilmente, dormir demasiado y las conductas anormales durante el sueño.
Entre las enfermedades más tratadas en las clínicas del sueño se encuentran: la narcolepsia, el insomnio, hipersomnio, terrores nocturnos, bruxismo, entre otros.
La narcolepsia se caracteriza por la facilidad de quedarse dormido en casi cualquier lugar; uno de sus síntomas es dormitar diurnamente y la caída repentina de las extremidades del cuerpo como efecto de la somnolencia.
El insomnio se puede tener tras pasar varias horas de la noche sin conciliar el sueño o puede ser crónico cuando dura más de un mes.
La somnolencia es la capacidad para permanecer dormido con facilidad durante el día y con dificultad para levantarse de la cama cuando es necesario, si estos episodios duran más de un mes se presenta el hipersomnio con ciclos de sueño de aproximadamente entre de 8 y 12 horas.
Los terrores nocturnos; durante la etapa más profunda del sueño, el paciente se despierta aterrado, gritando, golpeando las cosas a su alrededor, con la respiración agitada y sudando, los terrores nocturnos afectan a las personas que tienen horarios del sueño alterado.
El bruxismo se caracteriza por el desgaste de los dientes debido al choque constante de la dentadura durante la noche, esta condición se asocia con la liberación del estrés acumulado durante el día y afectaciones de los huesos del cráneo.
Apnea del sueño consiste en la aparición de episodios repetidos de pausas respiratorias durante el sueño, las apneas, normalmente superiores a los 10 segundos. La causa principal de obstrucción es el colapso de las paredes de la vía aérea superior.
El centro refiere que todas las enfermedades relacionadas al sueño deben tratarse, ya que sus efectos trascienden en el buen estado para llevar una vida normal. PdC.
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