La Loca del Gato y otras

Lomitos con problemas de comportamiento

Siempre es importante estar al pendiente de nuestros peluditos y cuidar lo que hacen, comen, con que juegan o cualquier cosa o situación que los pueda llevar a tener un problema.

Pero también hay otra situación que a veces no tomamos en cuenta y es un problema de comportamiento, sí como lo lees, que de acuerdo con Ángela González, presidenta del Grupo de Especialidad Etológica Clínica de Avepa, es cualquier conducta de un animal doméstico que pueda ser moleta para nosotros.

El tirar de la correa, los ladridos excesivos o destrozos en los muebles son cosas bien conocidas por algunos de nosotros cuando tenemos un peludito en casa, que pueden ser consecuencia por factores como el aprendizaje o el trato que ha recibido durante las primeras etapas de su vida, señala Tomás Camps, doctor en veterinaria y director de Etovets.

De acuerdo a los expertos, se han identificado cuatro problemas de conducta que son las más comunes y nos explican cómo solucionarlo:

Tirar de la correa

Cuando sales de paseo con tu lomito ¿le has enseñado cómo debe comportarse con la correa? Si no es así lo más probable es que tengas problemas durante el paseo. Como dicen los expertos, la correa no debe ser como el volante de un coche, sino el cinturón de seguridad para cuando nuestro perro se descontrola.

Algunas de las causas por las que el peludito puede tirar de ella durante los paseos es por alegría excesiva o miedo a salir a la calle; ya sea que quiera regresar a casa por temor o evitar alguna agresividad con otros perros.

Si no has enseñado a caminar a tu perruchín con correa puede ser una gran ayuda la técnica de recompensas; hacer que el perro se coloque a tu lado con un movimiento y darles premios.  De acuerdo con el Dr. Camps “el lomito aprende a que si camina a una distancia prudente va a recibir un premio. Si avanza, paramos y no decimos nada y si recupera la posición entonces premiamos”.

No acude a nuestro llamado

Hay mascotas que no hacen caso cuando los llamamos, quizá porque no quieren que termine el paseo o el juego en el parque, pero hay otras motivos como el que no conozcan la señal o que cuando lo alcanzamos lo regañamos y entonces el lomito asocia la llamada como un castigo.

Otras veces puede relacionarlo con el final de la diversión por lo que intenta alargarlo, comenta Marta Amat, doctora en medicina veterinaria de Companion Welfare Education Centre.

Para lograr una respuesta positiva la experta recomienda enseñar la orden primero en casa. Se puede iniciar en un lugar donde podamos atar al lomito con una correa larga y enseñarle la palabra de la orden que queremos que haga y una vez que acuda se le premia.  Esta sería la primera etapa, posteriormente se repetirá en un ambiente con pocos estímulos continuando con la correa y luego sin ella para llegar a la última etapa que será en un lugar real.

Necesidades adentro de la casa

Si tu lomito ya no es un cachorro y sigue haciendo sus necesidades adentro de la casa y por todos lados, ha desarrollado un trastorno de comportamiento. De acuerdo con la Dra. Amat, puede ser una forma de manifestar ansiedad por quedarse solo cuando te vas; pero también puede ser por un aprendizaje inadecuado y la señal más obvia es que suele hacerlo por todas partes, incluso cerca de donde duerme o come.

“Cuando están aprendiendo, defecan en todos sitios menos donde comen y duermen. Luego eligen un lugar para hacerlo, pero si no disponen de espacio adecuado no desarrollan los hábitos correctos”, añade.

La experta sugiere que de cachorros preparar un plan como poner su comida en un lugar y en el extremo opuesto la zona para sus necesidades, de esa forma irá aprendiendo, pero si sucede lo contrario, aconseja no regañarlos pues el perro no lo entiende y puede que se coma las heces para no ser castigado.

Morder los muebles

Si muerde los muebles, la conducta de juego puede ser el desencadenante, sobre todo en perros jóvenes. “Un peludito no distingue con qué objetos de la casa puede o no jugar a no ser que se lo enseñemos. Además, si se les regaña cuando están mordiendo algo que no deben, aprenden que es mejor destrozar cuando no está delante de nosotros”, comparte Ángela González.

Para evitar esa situación debemos proporcionar ejercicio adecuado, disponer de juguetes interactivos (los puedes adquirir en tiendas de mascotas como Petco) en los que les puedas esconder premios; además de estimulación social suficiente como pasar tiempo de calidad con nosotros, otras personas y perritos.

Este problema se relaciona también con la famosa  “ansiedad por separación” debido a un apego incorrecto con nosotros. “En este caso, suele suceder en todas las salidas, incluso con las de corta duración”, añade el Dr. Camps.

Para solucionar este síndrome es necesario contar con la ayuda de un profesional, ya que el tratamiento implica con frecuencia la aplicación de medicamentos. Como parte del proceso, hay que educar al animal a quedarse solo en casa en periodos de tiempo y que sepan reconocer cuándo va a ocurrir.

Los lomitos también pueden reaccionar así ante las tormentas o fuegos artificiales. “Ellos reaccionan intentado huir o esconderse por lo que, en ocasiones, arañan o muerden puertas o ventanas”, comenta Ángela González. Según la especialista, el tratamiento depende de la intensidad del miedo y suele implicar pautas como la elaboración de un lugar en el que el animal se sienta más seguro y en ocasiones, medicación para aliviar el sufrimiento.

Los puntos que han tocado los especialistas son muy importantes para tener lomitos seguros y tranquilos.

Por ejemplo, a Maya le dan mucho miedo los truenos y los fuegos artificiales y cada vez que pasaba esto para nosotros era un tormento porque no encontrábamos la forma de indicarle que no había problema que estábamos ahí para protegerla, hasta que descubrimos que hay un espacio entre la pared y la lavadora que ella ocupa para esconderse y comprendimos que ese es su lugar seguro; entonces lo acondicionamos con una camita y una manta para que se quede ahí hasta que termina todo.

En otras ocasiones lo que busca es que la abracemos y estar cerca de alguien y que cuando se da el ruido fuerte la acunemos hasta que vuelve a tener calma.

Con los paseos esto se logró con entrenamiento, paciencia y un excelente entrenador que nos llevó de la mano para que tanto ellas como nosotros lo lleváramos a cabo y ahora en lugar de ser un tormento es un momento agradable. De igual forma el baño aprendieron la orden de baño que indica que vamos a salir para que puedan hacer sus necesidades y no hemos tenido problemas en casa.

Así que todo es cuestión de muuuuucha paciencia, amor y enseñarles lo que queremos que hagan o no hagan y la vida con ellos será placentera.

“A los perros no les importa si eres bonito o feo, si tienes dinero o eres pobre… ellos solo se fijan en el interior.” – Anónimo

Como siempre te deseo muchas huellitas 🐾🐾🐾 de amor en casa. PdC.

Escrito por La Loca del Gato 🐈 y Otras…

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