Cuando escribo sobre gatos, utilizo las palabras peludos o “michis”, pero últimamente me he estado preguntando de dónde se origina la palabra michi o por qué la utilizamos para referirnos a los gatos.
Bueno, como ya saben todos, no me quedo con la duda cuando algo se me mete a la cabeza, como buena mujer, me preparé mi rica tacita de café, me acomodé ricamente en el sofá, claro escoltada por Maya y Wera, y me puse a buscar en master Google por qué usamos esta palabra.
Según, el sitio de Skoon, es costumbre llamarlos así en los países latinoamericanos, aunque existen otras maneras coloquiales de nombrar a los felinos: michis, michino, morroño, micho, mizo, miz, morrongo y minino.
Formas provenientes de diferentes países como Colombia, Chile, Brasil, Perú, Panamá, entre otros.
Casi siempre cuando decimos michi es que nos referimos a un gato, siendo una manera cariñosa de nombrarlos, que son conocidos por ser criaturas independientes, amorosas y una gran compañía para muchos.
Pero ¿sabemos de dónde viene michi? Es probable que se piense que es una palabra que está de moda o que fue recientemente inventada para llamar de una manera diferente a los peludos, y aunque no lo creas su origen ya viene de años atrás.
La forma general de llamar a este felino es gato y aunque el origen de esta palabra es incierto, procede etimológicamente del latín tardío «cattus» que deriva de kadiz, que en la lengua Nubia significa gato salvaje.
Ahora, ¿de dónde proviene la palabra michi?
Se han encontrado dos creencias populares, la primera es que el origen de esta palabra desciende de las lenguas nativas en México, como el: Maya, Purépecha, Otomí, Náhuatl y Tarahumara.
En las cuales utilizaban palabras con gran semejanza y que sonaban casi idénticas a como se nombran de cariño a los gatos en la actualidad, por ejemplo, en Otomí se les decían mixi que es la que más se parece a la palabra michi. En Maya miss, en Purépecha misitu, en Tarahumara míisi y en Náhuatl miztli.
Llamarles michis a los gatos en México, es una manera de otorgarle importancia a las lenguas, además, de continuar manteniendo nuestras raíces e identidad.
Recordemos que en nuestro país, durante la época prehispánica, los felinos tenían un papel importante sobre todo a nivel cultural, los pumas, jaguares y ocelote eran sagrados y venerados, por lo cual a los gatos les guardaban gran respeto.
Existe otra creencia alrededor de esta palabra; según, en el año 1532, cuando el imperio Inca fue invadido por los españoles, a los felinos que trajeron, para llamar su atención lo hacían con sonidos que sonaban como mishi y los Incas pensaron que ese era el nombre que tenían estos animales, por lo que lo adoptaron a su lengua como michi.
Aunque no tengamos claro el origen de la palaba michi, actualmente la utilizamos para referirnos a nuestros hermosos peludos de manera cariñosa y demostrarles el amor que les tenemos.
Y hablando de michis, no veo a Sr. Miau y como siempre que está taaaan silencioso es sinónimo de una travesura oculta en su mente diabólica, así que no queda más que hacer al Sherlock Holme y ver dónde está la bendición y evitar tener un susto.
Lo malo es que voy a tener que despertar a las otras bendiciones que están hasta roncando mientras yo estoy trabajando, en fin, no todo es perfecto así que de los males el menor.
Los dejos y espero se la pasen bomba con sus michis.
“No puedes nunca ser dueño de un gato; en el mejor de los casos te permite ser su acompañante.” – Anónimo
Como siempre te deseo muchas huellitas 🐾🐾🐾 de amor en casa. PdC.
Escrito por La Loca del Gato 🐈 y Otras…