¡Ohhh no! Si los tutores de los perros son obesos, es probable que su o sus mascotas también lo sean. Una condición que puede reducir la vida del perro hasta en un 20 por ciento, es decir que si estaba destinado a vivir 10 años, con obesidad solo podría llegar a los siete u ocho años.
Nuestro país tiene uno de los primeros lugares de obesidad en niños y adultos y eso hace que los tutores (antes llamados dueños o propietarios) de los perros no sean afectos a realizar ejercicio.
Y es que nos hemos enterado que hay una tendencia a tener tutores obesos, con mascotas en la misma condición dice el experto de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, de la UNAM, Gerardo Garza Malacara.
El académico universitario comenta que en nuestro país, la incidencia de obesidad en perros se ubica entre 35 y 40 por ciento, porcentajes que coinciden con la prevalencia de esa enfermedad entre la población.
Se trata de un problema cuyas causas pueden ser múltiples; sus consecuencias son otros padecimientos como diabetes, acumulación de ácidos grasos, triglicéridos que aumentan el riesgo de enfermedades del corazón o que pueden provocar hígado graso o pancreatitis, que afectarán la salud de la mascota.
La vida de un perro con obesidad se puede reducir alrededor de 20 por ciento. Si esperamos que viva 10 años, podría durar siete y medio u ocho, porque comenzará a tener afectaciones de articulaciones -otro de los problemas de la obesidad- y no va a querer hacer ejercicio porque le dolerán las patas. Eso impedirá que se mantenga sano, explica el especialista.
Cuando no sale a ejercitarse, el animal consume la cantidad de alimento que debe, pero no gasta energía, y comienza a engordar. Para todas las razas, pero en especial las más activas, como el pastor alemán, es fundamental hacer caminatas, correr y entrenarlo.
Aquí les dejamos estos datos y en otra entrega les platicaremos cómo los expertos determinan si la mascota es o no obeso. PdC.
