Todos tenemos rutinas y formas de enfrentar la vida todos los días, unos son buenos y otros no tan buenos, sin embargo, nuestra mente juega un papel importante en nuestras actividades cotidianas.
Aquellos que nos enfrentamos a la ansiedad, y sí, yo soy una persona demasiado ansiosa, es una enfermedad que, pese a que se trata de diferentes maneras, muchas veces impide hacer muchas cosas.
Vivir constantemente pensando en lo que pueda pasar es una tortura; la ansiedad y el miedo son armas de doble filo, porque así como te ayuda a prevenir de muchas cosas, te limita hacer otras que deseas, pero cuando tu cabeza te juega una mala pasada, las cosas pueden no salir tan bien como esperamos.
A lo que voy, es que la vida física y saludable también va acompañada de la salud mental, y todos en este planeta nos enfrentamos a retos de la “cabecita”, unos más que otros, pero es importante hacer un llamado para entender que está bien no estar bien, y también está bien pedir ayuda cuando uno no puede con el peso de la vida.
Hoy 10 de octubre es el Día Mundial de la Salud Mental, se conmemora para crear consciencia sobre el derecho a la salud mental en los servicios de salud.
En la vida tenemos que ser más empáticos, para poder entender que no todos tienen la misma salud mental, no discriminar o juzgar a aquellos que se enfrentan a la vida desde otro ángulo como yo o como muchos otros que padecemos de ansiedad, o de otros problemas de salud mental que no es locura.
Me parece súper importante la salud mental, ya que esta forma parte de nosotros mismos, incluso llega a ser parte de la personalidad de cada individuo.
Nadie sabe si aquellas personas tímidas están atravesando por depresión o ansiedad y viceversa, las personas extrovertidas tienen depresión, es tan compleja la salud mental, pero por eso es importante informarnos para entender que la salud mental es parte de nuestra salud física.
Y es que si nuestra salud mental no está bien, la física se verá vulnerada también; sin una no existe la otra. PdC.
Escrito por Luisa García.
Foto de Sebastian Voortman.
