Que si porque es primavera o verano; o porque es otoño o invierno; desafortunadamente las personas que padecen rinitis alérgica la sufren en cualquier época del año. La fiebre del heno como también es conocida, es la enfermedad alérgica más frecuente en el mundo.
Es muy común ver a personas estornudar, con escurrimiento nasal y limpiarse continuamente la nariz, y no es que tengan gripa, sino que posiblemente sufran de rinitis alérgica.
Se considera que a nivel mundial entre 30 y 40 por ciento de la población la padece, refirió en su momento Javier Gómez Vera, académico de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.
¿Qué es la rinitis?
La rinitis es la inflamación de la mucosa nasal, y puede ser alérgica, estacional y no alérgica.
La alérgica es la más común y se debe a un mecanismo de inflamación que se relaciona con los alérgenos del medio ambiente, como pólenes, polvo, caspa de animales o ácaros.
La estacional generalmente corresponde a las estaciones del año. “Hay pacientes para quienes los pólenes a los que son alérgicos proliferan en primavera, como las malezas, los pastos o algunos tipos de árboles.
Es así que cuando aumenta su presencia en la atmósfera tienen más reacción, y lo mismo puede suceder en el verano con las lluvias, o en el invierno con el frío.
Los síntomas son comezón intensa en la nariz (rinorrea), obstrucción nasal y estornudos. Generalmente los afectados se levantan por la mañana y estornudan cinco o 10 veces, todos los días, incluso algunos refieren hasta 10 minutos seguidos de estornudos, explica el experto.
Puede confundirse con asma o con un resfriado común; sin embargo, en la rinitis el órgano de choque es la nariz, mientras los síntomas del asma están localizados en los bronquios y pulmones.
Los síntomas de la rinitis no alérgica son similares a los de la rinitis alérgica, los desencadenantes pueden incluir ciertos olores e irritantes del aire, algunos medicamentos, determinadas comidas y afecciones crónicas.
Cuando nos topamos en la calle con alguien que estornuda mucho, le sacamos la vuelta porque pensamos que tiene gripa, o en estos tiempos, que es coronavirus, pero el especialista comenta que ningún tipo de rinitis es contagiosa.
Pero explica que cuando es alérgica sí puede ser hereditaria; otros factores que pueden predisponer la enfermedad son la prematurez, la exposición a alérgenos y haber tenido dermatitis atópica en la infancia.
La rinitis alérgica puede comenzar a cualquier edad; hay quienes la presentan entre los dos y 10 años, otros durante la adolescencia, incluso se ha detectado adultos arriba de 40 o 50 años que nunca antes la habían tenido y posteriormente la sufren.
Hay muchos grados de severidad, y probablemente quienes tienen una fase leve no se percaten de que están enfermos y no buscan un tratamiento específico.
No obstante, si la rinitis alérgica no es tratada, o se atiende de manera equivocada, puede complicarse y ocasionar asma, conjuntivitis alérgica, sinusitis, otitis media serosa, apnea de sueño y dermatitis atópica, considera el especialista.
Por ello, el académico Javier Gómez Vera, explica que una vez confirmado el diagnóstico, el paciente puede disminuir los síntomas con un tratamiento adecuado.
Sin embargo, los medicamentos servirán mientras son administrados, y en el momento que se suspenden la enfermedad continúa.
Por ello recomendó, además del uso de fármacos, asistir al alergólogo para que inicie un tratamiento de inmunoterapia, que consiste en la administración subcutánea o sublingual de dosis progresivas del alérgeno al cual el paciente es susceptible.
La duración del tratamiento es variable, puede ser de tres a cinco años, y el resultado depende del paciente. Por ejemplo, un tratamiento de cuatro años que se lleve bien podría tener una remisión de una a dos décadas, o de por vida.
Si ha notado que ciertos olores, polvo, pólenes o que en ciertas temporadas del año se le presentan los síntomas anotados aquí, estaría bien consultar con el especialista. PdC.
Foto de Mojca J.