Si pensábamos que la huella ambiental termina cuando una persona fallece, pues estamos errados ya que el entierro tradicional también altera el entorno al usarse químicos tóxicos junto con acero y concreto en los féretros y para sellar la fosa.
Ante esto han surgidos los entierros verdes, una alternativa más amable con el medio ambiente y una forma más responsable de trascender de este plano.
Te platicamos que según Green Burial Society of Canada, los entierros verdes son una alternativa ambiental y social para las personas que son conscientes de la naturaleza cíclica de la vida.
Es una práctica ambientalmente sensible, en la que el cuerpo se devuelve a la tierra para que se descomponga naturalmente y contribuya a una nueva vida.
Si bien existe un número creciente de entierros verdes, la última idea, que pronto lanzará en los Estados Unidos la startup Transcend con sede en Nueva York, ofrece a las personas la oportunidad de convertirse en un árbol después de morir.
Transcend reinventa los cementerios al convertirlos en bosques a partir de los entierros verdes, y señala que no solo está encontrando formas de reducir el impacto ambiental de los funerales, sino también que las personas tengan un impacto positivo después de morir.
Pero ¿en qué consisten exactamente los entierros verdes?
Transcend describe el proceso de la siguiente manera: los clientes eligen una especie de árbol adecuada para su lugar de entierro preferido —en un terreno propiedad de la empresa—. Cuando el cliente muere, su cuerpo se prepara en lino biodegradable y se entierra rodeado de una mezcla de astillas de madera, tierra local y hongos para facilitar el compostaje.
Y, plantado sobre el cuerpo hay un árbol de dos a cuatro años, capaz de absorber la rica oleada de nutrientes liberados por el cadáver.
Según Matthew Kochmann, fundador de Transcend, los cementerios verdes son bosques vivos que sostienen al planeta: benefician a las personas, a las plantas y a los animales por todo el trabajo invisible que realizan como almacén de carbono. También ayudan a controlar el clima global y las precipitaciones. PdC.
Foto de Karol D.