Miscelánea

Reconfigurar los espacios para sentirse bien

Durante el aislamiento por la pandemia fue notorio como las personas se adaptaron ya sea para trabajar o estudiar de manera remota, dando un uso distinto a las habitaciones y objetos de casa.

Con el paso del tiempo se volvió más común que las recámaras o comedores se adaptaran como oficinas, aulas, áreas de ejercicio o esparcimiento, e incluso hubo quienes optaron por enlazarse con sus compañeros desde balcones o terrazas a fin de experimentar un poco de libertad estando en confinamiento.

Bueno, te queremos platicar que todos estos cambios llevaron a una reconfiguración de los espacios para habitar, trabajar y estudiar al mismo tiempo.

Alan Valadez, director creativo en Diagrama Arquitectos platica que la arquitectura vive cambios que están marcando el rumbo del desarrollo inmobiliario a nivel mundial.

Comenta que si bien la pandemia y confinamiento transformó el camino sobre cómo nos desarrollamos en los espacios de trabajo y al interior de casa, estos lugares han tenido que configurarse de manera atípica para poder satisfacer la demanda de quienes hacemos uso de ellos.

Ante este escenario, vale la pena rescatar aquellas prácticas y cambios que impactan directamente en la calidad de vida y el día a día.

Surgiendo así la neuroarquitectura, una disciplina que diseña espacios tomando como base la neurociencia para que la composición de estos favorezca la estimulación de los sentidos y la mejora de las habilidades cognitivas, a la vez que relaja la mente y reduce el estrés, señala el experto. PdC.

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