No, no se trata de personas, nos referimos a los fenómenos hidroclimatológicos que a todos nos ponen de cabeza ya que o provocan mucha lluvia o sequía.
Pero qué sabemos de ellos.
Los fenómenos de La Niña y el Niño, son fases opuestas de un mismo fenómeno: “La Niña corresponde a la fase fría del fenómeno, mientras que El Niño es la fase cálida.
Ambos crean consecuencias opuestas como una especie de balancín. En algunas regiones El Niño tiende a secar el ambiente, mientras que La Niña tiende a generar más precipitación en la misma región. En otras regiones puede ocurrir lo contrario”.
“La complejidad de este fenómeno, es que La Niña generalmente seca el norte de México y vuelve el centro y sur del país más húmedo; con El Niño se invierte tal situación”, explica Alejandro Jaramillo Moreno, del Grupo de hidroclimatología tropical del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de la UNAM.
Refiere que el centro de México es una región de transición que se tiene que mirar con lupa para ver los efectos que traen estos dos fenómenos.
Las condiciones en México de sequía se extenderán para la primavera, en los meses de marzo, abril y mayo, con un ambiente más caliente y seco”.
No obstante, dijo, la tendencia del calentamiento global, está por encima de La Niña y El Niño, por lo que debemos esperar temperaturas mayores, aunque los efectos locales del Cambio Climático son diferentes, por lo que hay que tener mucho cuidado con las interpretaciones. PdC.
Foto de Sindre Fs.