Cuando tienes perros en casa, debes ser consciente que igual que tú, hay cosas que a estos peludos les incomoda y en ocasiones odian que se los hagas o no.
Los lomitos son unos seres pacientes, pero muy dependientes de nosotros y por lo mismo debemos brindarles tiempo, alimento, educar, jugar con ellos, pasearlos, darles su espacio, llevarlos al veterinario, sin embargo, algunas de nuestras actitudes pueden inquietarlos e incluso enojarlos.
Me gustaría compartir con ustedes unos puntos que puede incomodarlos, que encontré en el sitio La Vanguardia y a los que debemos ponerles atención.
Abrazos: para nosotros los besos y abrazos son gestos que demuestran cariño y amor, pero en los lomitos es diferente. Es importante observar su comportamiento al recibir un abrazo, atendiendo a actitudes como una postura rígida, orejas retraídas y una expresión que denota tensión.
Acariciar o estirar sus bigotes: este gesto que puede parecer inofensivo bloquea en gran medida sus sentidos y su movilidad. Además, sus niveles de estrés se disparan y pueden ponerse agresivos.
Dejarlos solos durante mucho tiempo: los firulais son animales familiares, necesitan compañía para sentirse felices. En muchos casos, nuestros peluditos pasan solos horas porque tenemos que salir a trabajar o estudiar. Esta soledad lo entristece, ya que no hay nada que les guste más que pasar tiempo con su persona favorita.
Ruidos fuertes: ellos odian los gritos y los ruidos fuertes. El secador del pelo, la aspiradora, los petardos pueden afectar el sentido del oído, que está muy desarrollado. Su percepción de las vibraciones es mucho más sensible que la de nosotros.
El paseo demasiado corto: pasear es una de sus actividades favoritas; pueden olfatear el entorno y ver a otros animales. Aunque uno pueda estar muy cansado de todo el día, ellos necesitan pasear en condiciones de relax.
Tampoco conviene pasearlos con la correa tensa, porque les transmite estrés y nerviosismo. En cambio, una correa suelta significa calma.
El mal humor: los peludos notan nuestras emociones, por lo que si estás tenso o enfadado, ellos lo percibirán. Es habitual que el lomito haga de espejo y se sienta igual que tú. Entonces, por la salud de ambos, es clave mantenerse de buen semblante para interactuar con ellos.
Les puedo decir que de todos los puntos que hemos tocado en el que nos declaramos más culpables es el de abrazos, sí somos unos “abrazadores” en potencia y cuando estamos muy felices las abrazamos, les damos un besito y luego las soltamos, ambas lo toman con resignación y tranquilidad como diciendo “anda bueno ya te diste tu gusto ahora suéltame”, y claro corren a revolcarse, no sé si para quitarse nuestro abrazo.
En fin, tomemos en cuenta estos consejos para hacer que la convivencia en manada sea más tranquila y agradable.
Y como ahorita estoy feliz voy a darles lata con un fuerte abrazo “Wera, Maya donde están les toca su abrazo de tres segundos”.
“La relación entre un perro y su humano puede llegar a ser tan intensa que toda una vida se hace corta.” – Anónimo.
Como siempre te deseo muchas huellitas 🐾🐾🐾 de amor en casa. PdC.
Escrito por La Loca del Gato 🐈 y Otras…
Foto de Oleksandr P.