La Loca del Gato y otras

¡Se está ahogando mi perro, qué hago!

Hasta este momento a ninguno de mis mosqueteros les ha ocurrido lo que llamamos la “hogación”, todo ha sido vida y dulzura. Pero qué tal que ocurre algo así ¿sabemos qué hacer o en ese caso vamos a espantarnos, a gritar y no hacer absolutamente nada que beneficie a nuestro peludo?

Ante esta situación y para no entrar en terror y desperdiciar minutos importantes que pueden salvar la vida de nuestro peludo, queremos compartirles los cuatro pasos de la maniobra Heimlich que podrían marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

La maniobra Heimlich en mascotas se ha destacado como una técnica vital para aquellos momentos en que un perro sufre un atragantamiento. Conocer estos pasos puede ser crucial para evitar consecuencias trágicas en caso de obstrucción de las vías respiratorias del animal.

El procedimiento comienza con:

  1. Colocar al peludo boca abajo, imitando la postura de la carretilla, para facilitar la eliminación del objeto obstructor por efecto de la gravedad.
  2. Se recomienda explorar la boca del animal en busca del objeto atascado entre los dientes.

En caso de que los pasos anteriores no surtan efecto debemos hacer lo siguiente:

  1. a) Comprimir el abdomen del lomito hacia arriba con un puño.
  2. b) Si la situación persiste, se sugiere golpear con fuerza la zona entre los omóplatos del animal.

Estos simples pasos pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte en un episodio de atragantamiento en mascotas.

Una vez salvado al peludo lo mejor será acudir al veterinario para que revise a la “bendición” y que vea que todo está bien.

Así que tengamos a la mano esta información y recordemos que ante cualquier situación de emergencia evitemos entrar en pánico.

Como siempre decimos lo más importante es que ante la duda debemos consultar a nuestro veterinario de confianza para que él nos indique los pasos a seguir en situaciones de emergencia con nuestras bendiciones peludas.

Por lo pronto ahora que vaya a la cita de revisión de estos peludos le comentaré al veterinario sobre esta información para que sea él quien me oriente y ver la mejor forma de realizarlo.

Claro que espero que nunca tenga que realizar esta maniobra y que los mosqueteros siempre estén en óptimas condiciones.

A cuidar a esas bolas de pelos para que su vida sea hermosa.

“No me importa la religión de un hombre cuyo perro y gato no son lo mejor para él.” – Abraham Lincoln.

Como siempre, te deseo muchas huellitas 🐾🐾🐾 de amor en casa. PdC.

Escrito por La Loca del Gato 🐈 y Otras…

Fuente: lavanguardia.com

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