“La viuda de Clicquot”, es una experiencia burbujeante y fascinante al corazón de la Francia napoleónica. Esta joya cinematográfica, dirigida por Thomas Napper, nos sumerge en una historia de amor, vino y desafíos empresariales con un toque de desparpajo y encanto. Si alguna vez has querido saber cómo era hacer vino y mantener la cordura en medio de guerras y prejuicios, este es el maridaje perfecto.
Thomas Napper, conocido por su trabajo en “Orgullo y prejuicio” y “Expiación“, nos presenta a Haley Bennett en el papel de Barbe-Nicole Ponsardin, una mujer que se enamora perdidamente de su marido, el voluble y excéntrico viticultor François Clicquot, interpretado por un magnético Tom Sturridge. François, con su cabello siempre empapado y sus métodos poco ortodoxos, canta a las uvas y camina descalzo por los viñedos, dándole un aire de estrella de rock de los 80 atrapada en el siglo XIX.
“La viuda de Clicquot” se desarrolla con flashbacks, narrando el amor apasionado y la colaboración enológica entre Barbe-Nicole y François. Tras la muerte misteriosa de François, Barbe-Nicole, ahora viuda, se enfrenta a la titánica tarea de mantener el viñedo y la bodega, algo inaudito para una mujer en la Francia imperial. Pero determinada a cumplir el sueño de su esposo, se enfrenta a un patriarcado obstinado y a un suegro que quiere vender los viñedos al magnate del champán, Moët. Uhhh.
“La viuda de Clicquot” brilla no solo por su narrativa, sino también por el cuidado a los detalles de época, con Haley Bennett envuelta en vestuarios de luto y líneas de cintura de estilo imperio que evocan a las heroínas de Jane Austen. La dirección de Thomas Napper y la cinematografía de Caroline Champetier nos transportan a un mundo donde cada plano parece una pintura en miniatura.
Haley Bennett entrega una actuación impresionante, mostrando una fortaleza interior que desafía las convenciones de su tiempo. Con la ayuda de su antigua niñera convertida en doncella, interpretada por una luminosa Natasha O’Keeffe, y el broker de vinos Louis, encarnado por un carismático Sam Riley, Barbe-Nicole se enfrenta a los embargos comerciales, el sexismo y las intrigas para crear y comercializar los mejores vinos de Champagne.
El guion de Eric Dignam, basado en la vida real de la viuda, combina amor y lujuria con intrigas personales y profesionales, envolviendo “La viuda de Clicquot” en una atmósfera onírica. Vemos a Barbe-Nicole superar pruebas constantes impuestas por la guerra, la mala suerte y las malas intenciones del patriarcado, demostrando una y otra vez su temple y determinación.
“La viuda de Clicquot” no solo es una lección sobre la elaboración del vino, sino también un drama lleno de misterio y suspense que no se salta ninguna nota de época. Aunque no estará mucho tiempo en los cines, esta biografía burbujeante merece un lugar en tu lista de películas por ver, de ser posible con una botella de champán en mano, que no sea de Moët. ¡Salud! PdC.
Crítica de Antelmo Villa.