Eres Agua no te agites; eres Tierra no te seques; eres Cielo no te nubles; eres Fuego no te apagues…
Desde hace muchos siglos nuestros ancestros curaban todo tipo de dolencia física o del alma a través de la medicina prehispánica, utilizaban todas las propiedades de la herbolaría y los baños de vapor con la intención de sanar, a este método le llamaron temazcalli (lo que hoy en día conocemos como temazcal) término que proviene del náhuatl y significa Temaz, contacto; Calli, casa; es decir una casa de contacto que erróneamente se tradujo como casa de vapor.
Es una pequeña edificación que tiene forma de iglú en donde las personas entran a sanarse de manera integral; un “templo de vapor” en el cual se lleva a cabo una ceremonia de desintoxicación y renacimiento mediante el calor y la herbolaría.
En entrevista para Pláticas de Café, la sanadora y médico tradicional Huirrarika esTukalima (que significa canto del Universo) nos contó que “los temazcales existen desde la prehistoria, eran grandes cuevas donde la gente se congregaba para sudar.
Nuestros ancestros estaban seguros que de esa manera sus padecimientos, emociones o sentimientos negativos salían de sus cuerpos y llegaban a sentir una gran mejoría. Para ellos se convirtió en un ritual como el que nosotros tenemos al bañarnos diariamente; los aztecas se bañaban en el temazcalli hasta tres veces al día.
Además era dentro de estos lugares donde los líderes tomaban decisiones importantes para la comunidad, ya que consideraban que el Temazcal era un portal energético a través del cual conectaban más rápido con Ometeotl (así llamaban a Dios)”.
“El temazcalli era considerado para los aztecas, mexicas, toltecas y varias culturas más como el lugar más valioso en la comunidad; ya que era donde introducían a los enfermos para ayudarlos a mejorarse de sus enfermedades, es decir era el hospital de nuestros ancestros.
En el centro del temazcal siempre hay un espacio para colocar las piedras calientes que provocan el calor y se les vierte agua preparada con diferentes plantas para recuperar la salud de los enfermos, por ejemplo, en la actualidad se puede hacer una mezcla con menta, eucalipto, hierbabuena, clavo, romero, canela, y con ello podemos tratar secuelas de COVID”.
¿Te imaginas todo el bienestar que le damos al cuerpo al asistir a un temazcal? pero si con lo que has leído hasta aquí no te han dado ganas de acudir a uno, déjame te sigo platicando lo que nos contó la terapeuta.
“Existe una gran cantidad de beneficios que nos brinda la ceremonia de un temazcal; al decidirte y asistir a un ritual de estos tienes que estar consiente que fortalecerás todos tus sistemas, es decir, fortalece los huesos, relaja los músculos, favorece la circulación de la sangre, mejora tu digestión, fortalece tus vías respiratorias, relaja el cuerpo y la mente, regenera la piel, combate el insomnio, mejora la calidad del sueño, ayuda a bajar de peso, además de que por cada sesión puedes quitarte aproximadamente kilo y medio de toxinas y muchísimos más beneficios”.
Ahora si ya te decidiste a regalarte un ritual en un temazcal?
Déjame te cuento mi experiencia; considero que si hay un antes y un después; el tomar un temazcal es mucho trabajo interno (por eso termino exhausta), es trabajar en tu ser, adentrarte en las emociones y sentimientos más profundos para poder transformar desde dentro valores, creencias, enseñanzas y así abrir la mente y la conciencia.
Es una experiencia de canalizar las situaciones complicadas por las que pasamos, es dejarnos fluir y aceptar lo que llega a nuestra vida, para así disfrutar lo mínimo que tengamos.
Sin duda el temazcal es un proceso de transformación que te lleva al bienestar. Porque primero es el SER y luego el Hacer.
Ahora si ¿ya te animaste? Vive la experiencia, te cambiará la forma de ver la vida, solo date tiempo. PdC.
Por Vero Torres.
Sanadora y médico tradicional Huirrarika esTukalima cel. 558472 3328.