Si bien no es una planta como tal, se extrae de la cáscara o corteza del árbol Cinnamomum, su olor aromático y sabor único convierte a la canela en un poderoso elemento sanador y culinario.
Esta especie antiguamente fue incluida en las prescripciones médicas, en China era considerada como tranquilizador, tonificante, ayuda a combatir la depresión y los corazones débiles, con el paso del tiempo tiene muchísimos beneficios más.
En general tiene propiedades medicinales importantes, es antiinflamatoria, antioxidante, antimicrobiana, antifúngica y anticancerígena.
Un tecito de canela o espolvorearla en los platillos es buena técnica para la circulación, resfriados, tos, digestión, agotamiento, reumatismo, neumonía; protege al organismo de las enfermedades cardiovasculares y a mantener el peso corporal.
Todos estos beneficios se deben a que la canela contiene una variedad de compuestos fenólicos y aldehídos que se complementan, siendo el cinamaldehído el ingrediente mayoritario.
Como verás ese sabor picosito y dulce a la vez, tiene excelentes propiedades, sin embargo también hay algunas contraindicaciones, si eres intolerante al cinamaldehído trata de no consumirla, o si estás en estado de embarazo o en tratamiento con insulina o tienes alguna falla hepática.
¿Qué dices, nos tomamos un tecito de canela o compartimos un arroz con leche?
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