Miscelánea

Nos asamos por el fenómeno, isla de calor

En la Ciudad de México nos estamos asando. Primero el cambio climático y ahora la isla de calor; al paso que vamos ya sea por uno u otro, o más bien por los dos factores, terminaremos como pollos rostizados.

Todos tenemos una idea de lo que es el cambio climático, pero ahora tendremos que sumar a nuestro acervo: la isla de calor, un fenómeno propio de las ciudades.

¿Que qué es exactamente?, bueno pues resulta que es la presencia de aire más caliente en ciertas zonas de ciudad por lo densamente construidas, por el suelo de concreto, pocas  áreas verdes y pocos cuerpos de agua, lo que favorece que la radiación solar se disperse más lentamente.

Esta explicación viene a colación porque la suma del cambio climático y la isla de calor están provocando que en la Ciudad de México se experimente un incremento de la temperatura de 4 grados, respecto al último siglo.

Los tres grados de aumento provienen de la isla de calor y solo un grado del cambio climático, explica el coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático (PINCC), Francisco Estrada Porrúa.

Dice que hace siete años no consideraban el fenómeno isla de calor, pero si a éste se suma el calentamiento global, es necesario enfrentarlos de manera conjunta.

Al participar en el Seminario “Sinergias entre cambio climático global y local”, refirió que la isla de calor es un fenómeno que experimentan las zonas urbanas donde se aprecian altas temperaturas debido a la actividad humana, causadas principalmente por los edificios, aceras o asfaltos, que absorben más calor y lo liberan lentamente.

El investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático, comenta que hay factores que determinan el clima urbano: el cambio climático global, que altera las condiciones planetarias y tiene una expresión regional y local; los factores geográficos (latitud y longitud); procesos dinámicos como El Niño o la Niña; contaminantes atmosféricos con aerosoles y carbono negro; y la isla de calor urbana, acotó.

“En un escenario de altas emisiones vemos que el planeta se puede calentar entre dos o 4.5 grados, y eso es similar a lo que se han calentado las grandes ciudades por la isla de calor; de ahí la importancia de ver estos efectos conjuntos”.

El también doctor en Economía Ambiental por la Universidad Libre de Ámsterdam agregó que 2021 fue el sexto año más caliente para mil 800 millones de personas, y eso seguirá así porque las ciudades tienen en la isla de calor una fuente adicional de calentamiento.

En la Ciudad de México, señala el experto, la intensidad de la isla de calor muestra que las alcaldías con un índice de desarrollo menor e ingreso per cápita bajo son las que tienen la isla de calor mayor, con lugares que están más allá de los 4 grados Celsius. Cuando se cruza esta información con el Atlas de Riesgos, se observa que el patrón coincide con los riesgos de temperaturas máximas. PdC.

 

 

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