Un hecho como el nacimiento de un hijo que pudiera ser motivo de la mayor felicidad para la madre, en ocasiones puede suceder lo contrario y provocarle desde miedo, ansiedad y hasta depresión.
Y no porque no lo quiera, sino que hay madres primerizas que sienten melancolía posparto después del nacimiento del bebé; que de acuerdo al portal de Mayo Clinic, generalmente incluye cambios en el estado de ánimo, episodios de llanto, ansiedad y dificultad para dormir.
La melancolía posparto generalmente empieza dentro de los primeros dos o tres días después del parto, y puede durar hasta dos semanas.
Sin embargo, algunas madres primerizas padecen una forma de depresión más grave y de mayor duración, conocida como depresión posparto.
En México, se estima que entre 13 y 15 por ciento, de las madres sufre de depresión posparto. De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, 56 por ciento de las mujeres sufren este padecimiento hasta cuatro meses después del parto.
Lamentablemente, en nuestro país sólo 64 por ciento de las unidades obstétricas tienen cuidados de salud mental, de las cuales, sólo 37 por ciento cuenta con protocolos para la detección y sólo 40 por ciento para la debida atención de la depresión posparto.
Por ello es que la presidenta de la Mesa Directiva del Senado (@senadomexicano), Olga Sánchez Cordero, presentó una iniciativa que tiene por objetivo generar un espacio de orientación para las madres trabajadoras y aseguradas en materia de depresión posparto.
La propuesta busca que se establezca el derecho a recibir atención psicológica en los casos de embarazos de alto riesgo que hubiesen implicado inmovilización y, consecuentemente, niveles de estrés extraordinarios.
Porque dice que las mujeres que han dado a luz, no controlan esa depresión, pues no sabe qué tiene, qué le está pasando, al punto de descuidar a su bebé sintiendo culpabilidad y estar emocionalmente afectada.
La depresión posparto es un padecimiento que merece toda la atención, ya que se trata de un tema de salud pública, que genera problemas sociales y familiares; al no estar bien diagnosticado se subestima y por ende no está bien atendido.
Ricardo Cortés Alcalá, director general de Promoción de la Salud, comenta que la salud mental es poco atendida en México, por lo que este tipo de depresión no suele tratarse correctamente, ya que no suele diagnosticarse, por lo que “hay que hacer todos nuestros esfuerzos, como Estado mexicano, para detectar la sintomatología y otorgar el tratamiento adecuado”.
Aremis Villalobos, del Instituto Nacional de Salud Pública, pidió fortalecer la educación en materia de depresión posparto, ya que existe una clara falta de conocimiento sobre los síntomas y las posibilidades de tratamiento.
María Asunción Lara Cantú, del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz”, subrayó que la depresión posparto es un problema prioritario de salud pública por tres razones: genera un sufrimiento grande a la madre; tiene una alta prevalencia, de aproximadamente un 13 por ciento en México; y por las consecuencias que este trastorno conlleva. PdC.
Foto de Sarah Chai.