Siempre pensamos que los gatos son misteriosos y solitarios, pero acabo descubrir que pueden vivir solo o en grupos si hay recursos suficientes.
Cuando hay bastantes fuentes de alimentos, las hembras, que suelen estar emparentadas, pueden vivir en colonias y colaborar para cuidar y criar a sus gatitos.
Mientras que los machos suelen tener un territorio más grande, con provisión de recursos mayores que les permiten sobrevivir solos.
Los gatos seleccionan a sus favoritos entre los otros mininos, y generalmente entre los que están emparentados con ellos.
La confraternización y el afecto se muestra mediante el acicalamiento mutuo y frotándose el uno contra el otro. Pueden llegar a descansar y dormir e incluso juegan juntos.
Los micifuces prefieren las caricias en la cabeza, las mejillas y la barbilla. Estas regiones faciales se utilizan para la comunicación social, tanto olfativa como táctil y se ha demostrado que estas áreas producen las respuestas más positivas al contacto humano.
Muchos mininos no se llevan bien en hogares multi-gato si sus necesidades ambientales no se están cubriendo correctamente. Sin embargo, esto a menudo pasa inadvertido a menos que se peleen, presenten problemas de comportamiento o desarrollen una enfermedad relacionada con el estrés.
Nosotros pensamos que los michis se llevan bien entre ellos, si se juntan para comer o dormir. Sin embargo, el hecho de compartir el espacio puede ocurrir simplemente porque la comida u otros recursos están en un solo lugar.
Muchos peludos en hogares con varios gatitos aprenden que tienen que hacer “uso compartido” de los recursos y así limitan su acceso a la zona de descanso o a la zona de alimentación, visitándolos en tiempos diferentes el uno del otro.
Proporcionar múltiples recursos ambientales que estén fuera de la vista de otros gatos, permite un acceso más fácil y les da un sentido de control.
Estos recursos ambientales incluyen alimentos, agua, areneros, áreas de descanso y sueño, y las zonas de vigilancia en alto.
Los michis no suelen dar la bienvenida a peludos desconocidos en su territorio y suelen agredir a los extraños. Si se introduce un nuevo gato en casa en el que ya reside otro minino se debe iniciar un proceso lento y gradual de acercamiento para favorecer la sensación de familiaridad entre ellos.
Un michi adulto, generalmente, acepta más fácilmente la presencia de un gatito que la de otro peludo adulto. Existen más posibilidades de acicalamiento mutuo entre gatos emparentados que entre los que no lo están.
Adoptar un par de mininos con lazos sociales previamente establecidos (hermanos de camada, por ejemplo) es preferible a adoptar a otro de diferentes grupos sociales.
La edad más crítica de los gatitos para sociabilizarse y adaptarse a los humanos es entre las dos y las siete semanas de vida, este periodo tiene efectos de desarrollo a largo plazo.
Los mininos bebés que tienen experiencias positivas de manejo durante este periodo de formación afrontan mejor el estrés, mostrando menos miedo y aprendiendo a desenvolverse más rápidamente que los que no reciben este manejo positivo a la misma edad.
Idealmente, durante el periodo de socialización de los gatitos, éstos deberían tener contacto físico con al menos cuatro personas diferentes; de esta manera se fomenta en ellos la percepción de que los humanos no son peligrosos y no hay porque tenerles miedo.
Como ven, si pueden vivir en comunidad, claro con sus “asegunes”, pero siempre guardando sus espacios.
Por lo pronto Sr. Miau no tiene que preocuparse de su zona de confort, ya que no pensamos, como manada, tener otro minino creo que mi corazón no soportaría otro enloquecido dominador del mundo en casa y creo que al “Panzón” no le daría gusto.
“Ninguna cantidad de tiempo puede borrar la memoria de un buen gato, y ninguna cantidad de cinta adhesiva puede eliminar totalmente su pelaje de tu sofá”. – Leo Dworken.
Como siempre te deseo muchas huellitas 🐾🐾🐾 de amor en casa. PdC.
Escrito por La Loca del Gato 🐈 y Otras…
Fuente: veterinariohospitalet.es