Gracias a un parche con microagujas biodegradables diseñado por un grupo de especialistas universitarios podrán ser tratadas las miles de personas que sufren de quemaduras o de pie diabético.
Un parche con microagujas biodegradables cargadas con un antibiótico para el tratamiento de quemaduras de primer grado y heridas o úlceras en personas diabéticas, cuyo propósito es prevenir infecciones y favorecer la cicatrización de ese tipo de lesiones, fue diseñado por especialistas de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, de la UNAM, liderados por José Juan Escobar Chávez.
Se trata de dispositivos adhesivos que se aplican sobre ese tipo de laceraciones y, una vez colocados, liberan el fármaco que interactúa en la piel afectada, sin llegar al torrente sanguíneo, detalla el investigador.
El parche contiene un solo antibiótico, una cefalosporina de amplio espectro para cubrir mayor número de microorganismos, además de factores como D-pantenol y colágeno.
Sustancias que contribuyen a la regeneración de la epidermis y a generar un buen entramado y proceso de cicatrización; además, ayudan a la humectación y favorecen la renovación de células.
Escobar Chávez explica que el plus del desarrollo es el antibiótico que contiene para prevenir problemas infecciosos, además de permitir mayor tiempo de retención del medicamento en la zona afectada y de los factores que ayudan a la regeneración de la piel; es decir, mejor cicatrización en menor tiempo.
El parche tiene potencial de regenerar la piel al 100 por ciento, sus dimensiones aproximadas son de 25 centímetros cuadrados (5 X 5 centímetros), aunque en función del tamaño de la herida podría elaborarse de tamaño mayor.
Si se trata de laceraciones en estadios tempranos, la extensión del arreglo podría ser más pequeña. Esa es parte de la versatilidad de este sistema.
El invento universitario fue evaluado mediante pruebas mecánicas importantes como resistencia a la ruptura, adhesión y poshumectación, porque en las heridas crónicas y en quemaduras las diferentes capas de la piel quedan expuestas, por ello es necesario asegurar que los parches queden adheridos, aun en esa condición de las heridas.
De acuerdo con el especialista, se efectuaron estudios de liberación del antibiótico a través del arreglo de microagujas, y de permeación in vitro para lo cual se utilizó piel sana y dañada. El objetivo fue simular este tipo de patologías o accidentes.
También se llevaron a cabo evaluaciones in vivo en un modelo animal (roedores), las cuales mostraron características positivas en cuanto a evolución de cicatrización de heridas en pie diabético y en quemaduras, proceso que llevó una semana y media, lo que significa menor tiempo de regeneración de la piel, comparado con otros sistemas evaluados, de ahí su relevancia.
Escobar Chávez destacó que en los estudios de permeación realizados en piel sana e hidratada, se demostró que prácticamente el medicamento se queda retenido en capas superficiales de la piel, “lo cual es positivo para los fines que buscamos y porque solo queremos que se quede a ese nivel, sin necesidad de que sea absorbido, pase a la sangre, y se distribuya a todo el organismo, eso no nos interesa”. PdC.