Si tienes entre 48 y 52 años de edad y has entrado a la etapa de la menopausia, comienzas a padecer sus síntomas y has pensado en tomar hormonas, es mejor que lo consultes con la especialista porque todo depende de las manifestaciones que tengas o si padeces alguna enfermedad.
Por ejemplo, mujeres con antecedentes de cáncer de mama que han llegado a la menopausia no se les prescribe una terapia de reemplazo hormonal (estrógenos).
La profesora de la División de Posgrado de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, Zarela Chinolla Arellano, refiere que depende de los síntomas de cada mujer, la principal indicación es cuando se registran varios signos, principalmente vasomotores como bochornos intensos, en particular mientras duerme.
Alerta que existen factores de riesgo que pueden ser favorecidos por la terapia de reemplazo hormonal. Por ello, debe evaluarse a la paciente.
Para las pacientes con problemas de insuficiencia hepática, cirrosis o algún padecimiento que ocasione que el hígado no funcione al cien por ciento, tampoco se le puede prescribir esta terapia y cualquier medicamento como analgésicos o antibióticos, porque no lo metabolizarían y serían perjudiciales.
La atención médica durante el climaterio está basada en evitar que haya algún problema, principalmente metabólico: colesterol y triglicéridos elevados, insulinoresistencia, diabetes o trastornos cardiovasculares como hipertensión.
Quienes hace años tienen ese tipo de problemas de salud, no son candidatas a terapia de reemplazo hormonal; sin embargo, deben recibir asistencia médica habitual, explica la especialista.
Quienes sí se benefician de dicho tratamiento son aquellas que entran en el periodo de transición a la menopausia -a veces llamada perimenopausia- con un buen estado de salud y seguimiento que les proporciona el manejo adecuado de su dieta, verificar su perfil de lípidos y metabólico, además de realizar un chequeo de tiroides, porque en un gran porcentaje de mujeres disminuye la función tiroidea.
Aunque por sí solas debido a los cambios hormonales por la edad, enfermedades metabólicas y cardiacas, así como la osteoporosis, se desarrollan debido al envejecimiento.
El climaterio o menopausia podrían exacerbar algunas de ellas o desarrollar factores de riesgo, sobre todo descalcificación, si no se toman las acciones preventivas necesarias.
Chinolla Arellano recomendó acudir anualmente al ginecólogo para realizarse pruebas como el Papanicolaou, se tenga vida sexual o no, haya tenido hijos o no; incluso, “si me quitaron el útero o matriz, o si existen antecedentes de virus de papiloma humano”. En caso de ser necesario realizarse una colposcopia, además de la mastografía anualmente después de los 40 años.
“El hecho que deje de reglar por la menopausia implica la necesidad de revisar, por medio de un ultrasonido, el estado de los ovarios en términos generales, pues en el tramo posmenopáusico podemos encontrarnos con cáncer de ovario que suele confundirse con colitis o inflamación”.
Es recomendable que durante la menopausia se mantenga una dieta baja en grasas saturadas, reducir el consumo de carbohidratos y, lo más importante, realizar ejercicio cardiovascular y de fuerza muscular para darle sostén a nuestro organismo y bajar de peso.
“En esta etapa las mujeres ya no metabolizamos igual porque, finalmente, hay un proceso de envejecimiento celular, eso es inevitable”. PdC.