Padecer síndrome de Asperger no es sinónimo de sentarse en un rincón y ver pasar la vida o que los padres sufran porque sus hijos la padezcan; por el contrario, como en algunos males, la atención oportuna siempre es vital para curarse o en otros casos, como es este, integrarse a las actividades cotidianas.
La experiencia demuestra que personas con Asperger pueden tener una buena calidad de vida, como es el caso de tres pacientes que lograron incorporarse a carreras universitarias: uno en medicina, otro en psicología y uno más en bibliotecología.
La paidopsiquiatra de la Clínica de Neuropsiquiatría del ISSSTE, Maritza Jiménez Jiménez, comenta que los padres de dichos pacientes buscaron atención médica oportuna y el resultado fue que llegaron a ser profesionistas.
Destaca que en todo trastorno del desarrollo del espectro autista, especialmente en Asperger, la detección oportuna y atención temprana mejoran el pronóstico de los pacientes, “porque ellos y ellas tienen que ir reparando todas estas habilidades y tenemos que ayudarles para que se puedan integrar de una mejor manera”.
El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) promueve la psicoeducación entre pacientes con síndrome de Asperger desde la infancia para flexibilizar sus limitaciones de comunicación e interacción social, también entre familiares y docentes, con el propósito de generar un ambiente de empatía y apoyo.
La psicoeducación es una herramienta que aplican psicólogos y psiquiatras de esta institución para potencializar las capacidades de los pacientes con este síndrome; terapias en las que se incluye a los familiares cercanos, además elaboran reportes para escuelas sobre el diagnóstico y condición de los infantes.
La Clínica de Neuropsiquiatría da orientación para prevenir discriminación y acoso escolar, así como también fomentan un entorno de apoyo que no obstaculice el proceso de rehabilitación funcional. PdC.