Es común escuchar a los pequeños menores de cinco años no pronunciar bien, de alguna manera es parte de su desarrollo, pero a medida que crecen y esto persiste, entonces se puede decir que presentan un trastorno del lenguaje que afecta la articulación de éste. Tiene dislalia.
¿Lo habías escuchado? La dislalia es, como lo refiere la doctora Esther Martínez, especialista en Pediatría, un trastorno del lenguaje que afecta a la articulación de éste, en lo que a la pronunciación de algunos fonemas se refiere.
Esto se refleja en una mala pronunciación que la familia o la escuela detecta fácilmente. Hasta los cinco años, la mala pronunciación puede formar parte del desarrollo normal del niño. Con el tiempo y, a medida que madura el lenguaje y la capacidad fonológica, el trastorno desaparece sin tratamiento.
No es grave, pero se debe corregir a tiempo para evitar problemas de comportamiento o conducta.
¿Qué causa este trastorno?
Comenta la especialista en su publicación que la causa más frecuente es la inmadurez de la capacidad fonadora del niño que forma parte de su desarrollo, pero también se puede deber a una mal posición anatómica de la lengua o los labios.
Alteraciones del movimiento de la musculatura que interviene en la articulación de los fonemas o bien una incorrecta respiración pueden ser causa de dislalia. Si estos patrones articulatorios persisten y no se corrigen a tiempo pueden ser difíciles de corregir.
Descartar estas causas anatómicas o funcionales, distinguiéndolas de la dislalia por inmadurez del desarrollo, es fundamental para realizar una intervención precoz y lograr su resolución, señala la doctora en su publicación que aparece en el blog CanalSALUD de Mapfre. PdC.