Lo sabías… la geotermia es el calor proveniente del núcleo de la Tierra, útil para producir energía eléctrica y México es un país abundante en estos recursos.
Y es que con la polémica en el uso de combustibles fósiles por el alto impacto que genera al medio ambiente, la energía geotérmica puede ser una buena opción para la transición a las energías limpias.
El integrante del Grupo de Investigación de Geoenergía del Instituto de Energías Renovables (IER) de la UNAM, Fernando Javier Guerrero Martínez, comenta que este recurso puede ayudar a cimentar el camino de nuestra nación a la transición energética, a partir de diversificar sus fuentes de energía y dar flexibilidad al sistema eléctrico.
La geotermia se relaciona con el origen del planeta. Aunque el núcleo se ha ido enfriando, sigue habiendo una gran cantidad de materiales a altas temperaturas y se enfriará en un periodo largo, difícil de imaginar, refiere el especialista en modelado de sistemas geotérmicos.
La pregunta sería ¿cómo obtener esa energía que está en el centro de la Tierra?
La tecnología que se utiliza para transformar el calor del núcleo de la Tierra en electricidad se asemeja a la utilizada para extraer petróleo, pues para ello se perforan pozos. En la geotermia lo que se indaga es agua caliente.
“Un proyecto geotérmico normalmente empieza por buscar manifestaciones en la superficie de la tierra: donde hay manantiales termales, ventilas de gas, suelo caliente, pues la circulación de fluidos hacia la superficie es un indicador de un potencial recurso geotérmico”.
Una vez identificado el sitio con potencial, se perforan pozos para determinar si existe el fluido disponible -agua caliente- y extraerlo, explica el experto.
Generalmente está a temperaturas elevadas, que posteriormente se introduce en turbinas para accionar un generador. Al meter el fluido caliente se genera movimiento que produce la electricidad, y luego esta se direcciona a la red eléctrica.
Este tipo de energía, señala Guerrero Martínez, tiene ventajas frente a la eólica y la solar, las cuales presentan intermitencias por las variaciones estacionales de insolación o las velocidades de viento. La energía geotérmica es constante.
Además, su impacto al medio ambiente es entre ocho y 10 veces menor que el generado por una termoeléctrica convencional, en la que se quema gas natural, combustóleo o carbón.
“Hay emisiones que ocurren de manera natural; por ejemplo, un volcán como el Popocatépetl emite todo el tiempo vapores y gases como el dióxido de carbono o ácido sulfhídrico, que están en la naturaleza.
Esto sucede en una central geotérmica convencional, porque hay algunas modernas que ya son cero emisiones”, asegura el experto universitario.
Indica que la geotermia tiene otros usos, como la calefacción y la deshidratación de alimentos, aunque la conversión a electricidad ha sido una de las aplicaciones más atractivas. PdC.