La Loca del Gato y otras

¿Cómo afronto el adiós de mi peludo? II

Como lo platicamos en la entrega pasada, para algunos la partida de una mascota no significa mucho, pero está el otro lado de aquellas personas que la muerte de su perro o gato es tan fuerte como el de un miembro de la familia muy querido.

Hoy queremos continuar con el tema sobre cómo afrontar la pérdida de nuestro peludo y superar la forma, digamos menos complicada, el que nuestro fiel compañero ya no esté más con nosotros.

Aprendiendo a superar la tristeza

Cuando se pasa por esos momentos, es necesario darse la oportunidad de estar triste y la libertad de manifestarlo con la familia y amigos de confianza. Este paso no es sencillo, pero es esencial para encarar su muerte de la mejor forma posible.

La amargura no debería ser el único sentimiento ante el recuerdo de nuestro lomito. En esos periodos de tristeza es bueno recuperar los momentos compartidos con él e intentar quedarnos con esa sensación agradable.

En la página de srperro.com nos comparten algunos consejos sencillos que pueden ayudarnos a afrontar de la forma más positiva, la pérdida de nuestro firulais:

Siéntete libre para llorar

Las lágrimas expresan el dolor que sentimos y ayudan a liberar la angustia interior.  Es normal echar de menos al ser querido y admitirlo es el primer paso para afrontar la pérdida.

Nunca te culpes porque se haya ido

Es frecuente, sobre todo, ante situaciones de pérdidas traumáticas y repentinas como las sucedidas a consecuencia de un accidente o de una enfermedad relámpago, que afloren sentimientos de culpa.

Aunque es normal tener culpa, puesto que nos sentimos responsables del bienestar de nuestro animal y no entendemos cómo ha podido suceder, en cualquiera de los casos, nuestro amigo se ha ido para siempre y no tiene sentido buscar culpables.

Cuando los buenos recuerdos ganan terreno al dolor

Los recuerdos agradables han sido muchos y los buenos momentos compartidos estarán ahí siempre. Con el tiempo, la sensación gris desaparece, dejando paso a la calma que produce recordar a nuestro amigo peludo.

Lo que no debemos perder de vista

*El impacto que causa la muerte del peludo puede llegar a ser tan intenso como el que sentimos cuando se pierde a un familiar querido.

*Es necesario darse la oportunidad de estar triste, incluso de llorar si es preciso, y la confianza para manifestarlo ante la familia y los amigos.

*La sensación de culpa es normal y debemos asimilarla como parte del proceso de superación del fallecimiento del perro.

*La paciencia es una buena aliada: El tiempo y recuerdo de los buenos momentos compartidos con el perro, ayudan a asimilar la pérdida.

*El dolor que produce la muerte de un animal querido puede ser intenso y duradero, pero, antes o después, termina.

¿Qué podemos hacer para superar el dolor?

*Poner palabras a tu despedida: escribir una carta dedicada al peludo, ayuda a ordenar ideas y a expresar sentimientos. En unas cuantas palabras se puede recoger el laberinto de sentimientos que atravesamos y agradecerle el tiempo que nos ha dedicado y todo lo que aportó a nuestra vida.

*Preparar algo para recordarlo en el futuro, puede ser una buena forma de empezar a asumir la pérdida: en función de nuestra ideología y presupuesto, podemos celebrar una pequeña ceremonia de despedida.

Hay cementerios de animales que nos pueden ayudar con esta tarea e incluso hay páginas web para recordar a nuestro peludo por siempre.

Esto tiene la triple función de calmar el dolor inicial, desahogarte ante la familia y amigos cercanos y despedirte de tu amigo, diciéndole de una forma especial lo que significó el tiempo compartido.

*Aprender a convivir con las rutinas: el tiempo que se ha pasado juntos estaba lleno de horarios y rutinas que ahora se pueden volver una pesada carga. Es recomendable conservar, al menos por un tiempo, esos hábitos.

Salir y pasear: sonreír a los que han sido compañeros de parque de tu perro y disfruta de los lugares que recorrías con él, mientras recuerdas todo lo que compartían.

Poco a poco podrás ir sustituyendo rutinas por otras actividades que te resulten agradables; es importante seguir adelante con la sensación de poder recordarlo siempre que sintamos la necesidad, pero invariablemente con una sonrisa porque hemos sido capaces de aprender a vivir sin su presencia.

*Es insustituible: nunca adoptes un lomito para reemplazar al desaparecido. Las comparaciones son odiosas y es difícil apreciar al nuevo integrante tal y como es, cuando nos dedicamos a intentar reconocer en él al que ya no está.

Cada uno es único, con una personalidad diferente y una forma de comportarse particular. Tómate tu tiempo antes de dar el paso.

Una vez hayas aceptado la muerte del peludo, entonces estarás preparado para adoptar otro y darle todo ese cariño que sientes por estos animales.

La pérdida de nuestro lomito es un momento difícil sin duda, pero no debemos perder de vista que, con el paso del tiempo, los recuerdos se convierten en algo agradable y se disipa el dolor.

El tiempo que nos ha regalado el animal es algo que valoraremos aún más y debemos tener presente que siempre ha sido y será un miembro querido y recordado de la manada.

Espero que esta información te sirva cuando tu peludo te diga adiós y que puedas superar de mejor manera esta pérdida. Recuerda que siempre tendrás un ángel de cuatro patas que estará cuidándote en un lugar mejor.

“Lo más triste de perder a tu perro, es que no tienes a nadie ahí para que te lama las lágrimas”. – Anónimo.

 Como siempre te deseo muchas huellitas 🐾🐾🐾 de amor en casa. PdC.

Escrito por La Loca del Gato 🐈 y Otras…

Foto de Pixabay.

Deja un comentario

Your email address will not be published.

Te puede gustar