Miscelánea

El mezcal, espíritu de México

*Un poco de historia no cae mal, ni tampoco una jicarita de mezcal…

 CDMX, Octubre 21/23.- Es sábado, día de relax, de festejar, de comer con la familia y con los amigos; pasar buenos momentos con ellos, recordar viejos tiempos, degustar esos platillos tradicionales de nuestro querido país y todo ello acompañado de una copita para brindar por los éxitos y por qué no, también por los tropiezos, que al fin y al cabo son pura experiencia y conocimiento.

Y pues, aquí estamos con la novedad de que, por si no lo sabían, ayer 20 de octubre fue el Día Nacional del Mezcal, así que nunca es tarde para decir ¡salud! por esta bebida que encierra tradición, cultura, identidad, amor a nuestra tierra y que con cada sorbo es como saborear a nuestro México.

Y es que como se escribe en el blog de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el mezcal no es simplemente una bebida alcohólica, es una expresión viva de la cultura mexicana, porque cada botella de mezcal cuenta una historia que abarca siglos, desde los rituales aztecas hasta las modernas destilerías.

Aunque fue ayer su día, hoy también alzamos nuestras copas para celebrar esta joya de México y recordar que en cada sorbo hay una historia que merece ser contada y compartida…

Por eso queremos que sepan que este destilado ancestral, enraizado en la cultura prehispánica, ha recorrido un largo camino para convertirse en un ícono de la identidad mexicana.

Cada sorbo de mezcal es un viaje a través de la historia, la artesanía y el sabor auténtico de este hermoso país. Una bebida que ha conquistado corazones en todo el mundo.

Bebida sagrada de amor puro

El mezcal, en sus orígenes, se remonta a la época precolombina, donde los agaves eran considerados sagrados. Los aztecas lo llamaban “mexcalli,” que significa “pencas de maguey cocidas,” y lo utilizaban en ceremonias religiosas y rituales de purificación.

Hoy en día, las técnicas de producción artesanal se mantienen vivas, honrando esta herencia ancestral.

Según los códices aztecas, los mexicas vivían en un mundo oscuro donde una diosa cruel, Tzitzimime, solo les permitía unas horas de luz al día si ofrecían sacrificios. Quetzalcoatl, considerando esto injusto, fue en busca de Tzitzimime en el espacio entre las estrellas.

Sin embargo, en lugar de encontrar a Tzitzimime, encontró a su nieta, la hermosa princesa Mayahuel, a quien rescató y trajo al mundo. Se enamoraron, creando el amor en el mundo. Para protegerse de Tzitzimime, Quetzalcoatl y Mayahuel se convirtieron en plantas de agave. Cuando el viento soplaba, se acariciaban al rozar sus hojas y ramas.

Tzitzimime finalmente los encontró, destruyendo a Mayahuel en cientos de pedazos. Los dioses amigos de Quetzalcoatl lo ayudaron a recuperar los restos. Mientras hacían esto, un ratón encontró y disfrutó de una planta de agave fermentado, lo que dio a Xolotl, un dios amigo, una idea.

Los dioses crearon plantas de agave a partir de los restos de Mayahuel, de las cuales se hizo la bebida que ayudó a Quetzalcoatl a superar su tristeza. Desde entonces, la mitología mexica venera a esta diosa de la fertilidad y la felicidad.

En México, el mezcal se bebe con pasión y emoción. Aquí te dejamos algunas frases coloquiales en torno a una copa de mezcal:

*Para todo mal, mezcal; para todo bien, también; y si no hay remedio, litro y medio.

*En este mundo terrenal es oro líquido el mezcal.

*Quien mezcal no ha bebido, no ha vivido.

*El tequila te enseña el corazón de México, pero el mezcal te muestra su alma.

*El día que el amor se convierta en mezcal, me lo tomo en serio.

*Bebe el agua a chorros y el mezcal a sorbos.

Has de saber que:

*México cuenta con cerca de 200 especies de agave, de las cuales, actualmente sólo unos 12 a 15 son magueyes mezcaleros. Cada mezcal está asociado a una especie de maguey y a una región campesina.

*Cada tipo aporta sabores y aromas únicos.

*El Agave Espadín, el más común, produce un mezcal suave y ahumado.

*El Tobalá, ofrece notas florales y afrutadas.

*Oaxaca es el principal productor, seguido de Guanajuato y Michoacán.

*La entidad Oaxaca, considerada la cuna del Mezcal, es un lugar que merece una visita. El pueblo de Santiago Matatlán, conocido como la “capital mundial del Mezcal,” alberga numerosas destilerías y ofrece una inmersión en la cultura mezcalera.

El arte de la destilación

Los maestros, conocidos como “mezcaleros,” son guardianes de esta tradición. El proceso de destilación del mezcal es una combinación de ciencia y arte:

*Comienza con la cosecha del agave. Las piñas del agave se cocinan en hornos subterráneos, lo que le confiere su característico sabor ahumado.

*Luego se trituran y fermentan en tinas de madera durante varios días.

*La destilación ocurre en alambiques de cobre, donde el líquido se separa en “cabezas” (los primeros y más fuertes destilados), “cuerpos” (la parte principal), y “colas” (los últimos destilados).

La mezcla de estas partes es lo que da como resultado el mezcal final, aunque cada mezcalero pone su toque personal en la creación de esta bebida espiritual, lo que garantiza que cada botella de mezcal sea única.

Consumir mezcal representa más de lo que creemos, al hacerlo beneficiamos a miles de pequeños y medianos productores mexicanos, ya que tanto el cultivo de agave como el procesamiento de éste involucra directamente a comunidades de diversas entidades del país, principalmente de Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Puebla. PdC.

Con información de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.

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