Aguinaldo, compensaciones, cajas de ahorro y bono anual, son sumas de dinero que nos invitan a comprar, comprar, comprar… No es que queramos ser “aguafiestas”, pero ¡alto!, debemos tener prudencia en los gastos; si casi nos “acabamos” todo en Navidad y otro poco con los regalos de Año Nuevo y “Reyes”, recuerda que viene la “cuesta de enero”.
Lo poco que nos queda hay que administrarlo bien para que nos aguante, si es posible, por lo menos para medio año.
Aquí unas sugerencias de un experto en finanzas personales para estiraaaaar lo que nos quede.
CDMX, Enero 8/24.- La mayoría de los mexicanos carecemos de disciplinas y educación financiera para elaborar un presupuesto familiar, el cual vamos administrando de manera intuitiva, señala el investigador de la Facultad de Contaduría y Administración de la UNAM, Norman Jonathan Wolf del Valle.
Ante la situación económica que se vive en México, él recomienda tener prudencia al momento de gastar, evitar consumos innecesarios y contraer deudas que comprometan las finanzas personales.
Por eso, de acuerdo a nuestras prioridades, debemos tener bien claro en qué vamos a gastar nuestro dinero, ya que generalmente en diciembre la mayoría de familias mexicanas cuentan con exceso de liquidez, razón por la cual hay más tentación de gastar en exceso.
Lo mejor, considera, es elaborar un presupuesto para priorizar necesidades, en donde se puedan ver “en blanco y negro” los ingresos y los gastos para dimensionar nuestra capacidad real de consumo. Esta opción nos permite equilibrar ambos rubros.
¿En qué podemos gastar bien?
Puede ser el pago de una deuda, realizar alguna inversión, por ejemplo, remodelar la casa o ponernos al corriente en la liquidación de algunos servicios, impuestos y colegiaturas.
En estas prioridades se pueden considerar las vacaciones de descanso programadas o la compra de algún obsequio como parte de nuestras necesidades emocionales y de esparcimiento, pero sin salirse del presupuesto.
¿Qué hacer para no gastarlo todo?
Elaborar una lista de lo que se tiene planeado gastar o invertir, anotando de lo más indispensable a lo menos importante. Hay que darle prioridad a la alimentación, vestido, vivienda, educación, transporte, telefonía, gasolina y el pago de servicios de internet, porque hoy en día es un tema indispensable para las comunicaciones.
Es importante mantener rigurosidad en el ahorro; se estima que si una persona ahorra el 10 por ciento de su ingreso durante su vida laboral, al término de su edad productiva puede tener un monto de capital que le permita contar con un rendimiento mensual similar al que fue su ingreso promedio.
“Si bien no es garantía para vivir de manera digna, sí es un buen colchón”, señala el experto.
Otra recomendación del experto, es contar con diferentes “cajones de ahorro” para: viaje en vacaciones, fiesta de graduación, adquirir un vehículo o casa, pero el más importante, para el retiro.
Debemos pensar cuántos años vamos a trabajar y ser productivos, así como planear el nivel de ingresos que se va a requerir para tener una vida digna e independiente después de la jubilación.
¡Peligro!
Sobre algunos de los factores que pueden poner en peligro nuestras finanzas, el académico universitario plantea poner especial cuidado en el uso de tarjetas de crédito, ya que las tasas de interés que cobran son elevadas.
Alerta que utilizarlas de manera indiscriminada nos puede meter en serios problemas de endeudamientos.
De igual forma, estar vigilantes ante los fraudes cibernéticos y las aplicaciones engañosas que ofrecen préstamos de dinero inmediatos y con bajos intereses.
También tener cuidado con las llamadas cajas de ahorro familiares, que en su mayoría operan de manera clandestina, o las famosas pirámides; hay empresas que ofertan demasiados privilegios para ser verdad.
Si alguien te asegura un rendimiento de 30 a 50 y hasta del cien por ciento, evidentemente se trata de un fraude y hay que tener precaución con estos esquemas que ahora operan a través de mensajes de texto en los celulares o en las redes sociales, advierte el especialista.
Wolf del Valle comenta que la UNAM cuenta con un programa de finanzas personales, a través de la plataforma COUSERA, que dispone de cursos gratuitos, a distancia y abiertos a la población, con temas sobre presupuesto familiar, ahorro, inversión, crédito, consumo responsable y contratación de seguros, que son las cuestiones mínimas que deberíamos considerar. PdC.
Foto de Pixabay.