Miscelánea

El efecto dominó del acoso escolar

Si un menor sufre de acoso escolar, la solución no es cambiar de escuela al pequeño. El problema lo perseguirá y hasta puede repetirse en otros entornos escolares.

Pero la situación no para ahí, sí tienes hijos menores de edad, debes saber que el bullying se transmite y en muchos casos de padres a hijos. Es más, si el problema no es resuelto puede ser una sombra en la vida de las personas. 

Veamos qué dice la experta en psicología infantil, sobre el efecto dominó del acoso escolar.

CDMX, Febrero 15/24.- El acoso escolar siempre ha estado presente en las aulas. Sucede que ahora su práctica es más cruel y en ocasiones no tiene límites, no por ello México es el país que más presenta este flagelo en sus aulas a nivel mundial.

El problema del bullying va más allá de las lesiones físicas y emocionales del momento. Si no se resuelve desde lo psicológico, hay grandes posibilidades de llevarlo a la vida adulta.

Porque un niño agredido que no resuelve la atención, con certeza será acosado en otros entornos escolares, en su adolescencia y en su vida laboral o social.

Señala la doctora Claudia Sotelo Arias, directora del Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI), quien añade que lo mismo sucede con el agresor: podría desarrollar conductas violentas en su vida adulta.

Pese a que el bullying no es el motivo principal para ir a consulta psicológica infantil, pues las razones frecuentes son el bajo rendimiento escolar, mala conducta o depresión por padres divorciados, el acoso escolar está presente como motivo secundario o terciario en el mayor de los casos.

“Lo que sí sabemos es que es una cadena que se transmite de padre o madre a hijos. Los adultos que padecen ahora acoso laboral, casi por regla, sufrieron bullying y lo que es peor, se verá reflejado en sus hijos.  De no solucionar el problema, los niños en su adolescencia y vida adulta podrían experimentar escenarios de mobbing. Lo mismo sucede en sus relaciones sociales e incluso familiares”, alerta la doctora Sotelo.

Ante el gran problema que es el bullying, hay que considerar estos puntos.

*No basta con cambiar a los niños de escuela, el problema los perseguirá y puede repetirse en otros entornos escolares.

*Lo más probable es que sus padres hayan sido víctimas de acoso escolar o bien, acosadores.

*El problema si no se resuelve se replicará en la adolescencia y en la vida adulta.

*Hay que enseñar a los niños a defenderse de los otros y no se trata de la defensa física: la idea es hacerlo emocionalmente y esto sólo se logra al tener una alta autoestima.

*En caso del ciberacoso, al ser menores de edad, es fundamental denunciarlo tanto a las autoridades escolares, en las plataformas tecnológicas e incluso antes las autoridades correspondientes. En este caso se recomienda tener tratamiento psicológico de inmediato.

La especialista subraya que el problema del bullying debe solucionarse, en primer término, en familia y en conjunto con el colegio de los niños.

Si persiste y se vuelve insostenible lo mejor será acudir con algún especialista, para ser tratada la víctima como al agresor.

En este sentido, CEEPI dispone de terapias y cursos tanto para los niños acosados, como para los acosadores, padres de familia y para colegios (primaria, secundaria y preparatoria) con técnicas de intervención. PdC.

Foto de Mikhail Nilov.

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