Miscelánea

Emocionados, asombrados y eclipsados

Ayer, el día se hizo noche… aun cuando solo algunos estados privilegiados pudieron tener un eclipse total de sol, otros como en la Ciudad de México, que fue parcial, el fenómeno astronómico eclipsó a todos con su enigmático anillo de fuego, con su oscuridad y con el viento frío que se sintió.

No hay fecha que no se cumpla y así el día llegó ayer 8 de abril cuando la Luna ocultó al Sol pasado el mediodía por más de 220 segundos. Ya antes había ocurrido un fenómeno similar en nuestro país, el 11 de julio de 1991.

33 años después, a las 12:14 horas, puntual la Luna cubrió al astro rey. Aquí en la CDMX, el eclipse al 79 por ciento fue mágico. De repente la temperatura descendió y la luz solar disminuyó para dar paso al fenómeno.

Fue en ese instante cuando la gente se emocionó más y cuando los observadores aprovecharon al máximo sus lentes, vidrios especiales, hojas de papel, cajas de cartón e incluso en la zona de los árboles pudieron disfrutar esa imagen de una rebanada de sandía amarillenta que mostró el Gran Eclipse Mexicano 2024 visto y admirado en CU.

Aunque se vio de forma parcial aquí en la Ciudad de México y el clímax duró apenas unos minutos, fue emocionante y espectacular. Pues aunque la totalidad del fenómeno astronómico no fue visible y la obscuridad no llegó, nada pudo “eclipsar” el entusiasmo; los miles de asistentes miraron, asombrados el paso de la Luna ante el Sol.

Atractivos e impactantes

Y como no se iba uno a emocionar, si los eclipses solares se encuentran entre los eventos astronómicos más atractivos e impactantes, tanto que han dejado huella y han sido inspiración de mitos a lo largo de la historia de la humanidad, dicen los investigadores del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM, Jesús González y Aldo Armando Rodríguez Puebla.

Pero no solo son impactantes, gracias a ellos hoy se puede entender cómo es que funciona la gravedad, como son los planetas y visibilizar su composición química.

También se puede decir si un planeta es rocoso, tiene agua, “y esto es gracias al concepto eclipsante que puedan tener las órbitas de los planetas alrededor de las estrellas”, comenta Rodríguez Puebla.

Y se hizo la luz

Así poco a poco, conforme la Luna iba “saliendo” del Sol, la penumbra se empezó a desvanecer dando lugar de nuevo a la claridad. Una luz y una oscuridad que solo los jóvenes volverán a presenciar dentro de 28 años cuando se vuela a tener un eclipse total de Sol.

Y es que hasta 2052 se tendrá otro acontecimiento como éste que va a pasar por Puerto Vallarta, detalla el especialista Jesús González.

Quien adelanta que para 2071 ocurrirá otro por Cozumel; en 2078 en Aguascalientes; y en 2198 uno más en Navojoa. Para la Ciudad de México habrá que esperar más de 200 años para ver un eclipse total de Sol, el cual ocurrirá en 2261.

Los investigadores del IA apuntaron que ante la relevancia que ha adquirido el estudio de estos fenómenos naturales se creó un Comité Nacional de Eclipses México que está conformado por un gran número de instituciones, universidades, agrupaciones astronómicas aficionadas, planetarios, museos, grupos de divulgación científica, representantes de la iniciativa privada, entre otros. PdC.

 

Deja un comentario

Your email address will not be published.

Te puede gustar