Respiramos plástico, comemos plástico, vivimos entre plástico; un invento que en su momento fue útil para el ser humano ahora se ha vuelto una pesadilla que nos puede llevar a la tumba o que quizá ya nos esté llevando a la muerte pues millones de animales mueren cada año por la contaminación que este material provoca.
¿Sabías que al año se producen aproximadamente 400 millones de toneladas de residuos plásticos y que si no se hace algo por reducirlos, la cifra se podría triplicar para el año 2050?
Y es que muchos de los productos que usamos diariamente, tardan cientos, incluso miles de años, en degradarse completamente.
Por ejemplo, una botella de plástico puede persistir en el ambiente hasta 500 años, mientras que las bolsas tardan más de 50 años en descomponerse.
Otro ejemplo de lo que significa el plástico para el planeta es que más de un millón de aves y unos 100 mil mamíferos marinos mueren cada año debido a la contaminación que estos materiales provocan.
Aunado a que los micro plásticos -partículas menores a cinco milímetros- se trasladan al aire, al agua y a los alimentos, forma en la cual penetran en el cuerpo humano y propician efectos aún indeterminados en la salud.
Y es que de los siete mil millones de toneladas de desechos plásticos generados hasta ahora se ha reciclado menos del 10 por ciento.
“De ahí que sea imperativo aumentar el compromiso individual y colectivo con la reducción de su uso”.
Pues “no podemos crecer como lo hicimos a lo largo del siglo XX, si no, será a costa de acabar con el planeta”, señaló el rector de la UNAM, Leonardo Lomelí Venegas, al inaugurar el Segundo Festival de la Escuela Nacional de Ciencias de la Tierra (ENCiT), que este año tiene el lema “Por un planeta sin plásticos”. PdC.
Foto de mali maeder.