Miscelánea

Barrendero, una labor peligrosa

*Hoy 8 de agosto, Día del Barrendero en México

Se han convertido en parte del mobiliario urbano. Con calor, lluvia o frío, ahí están todos los días. Son “invisibles”; ahí están pero no los vemos, menos los saludamos. Ellos nos evitan el riesgo de enfermedades; meten las manos por nosotros para separar y recoger el kilo de residuos sólidos que a diario tiramos.

Ellos levantan los aproximadamente 42 millones de toneladas de desechos que se generan en México; cerros de basura equivalentes a 175 veces el volumen de la pirámide del Sol de Teotihuacán y 231 veces el estadio de fútbol más grande del país, según la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Nos referimos a los trabajadores de limpia, coloquialmente conocidos como barrenderos que hoy 8 de agosto se celebra en nuestro país.

El barrendero, una labor poco reconocida, es quien contribuye a reducir el impacto ambiental. Cumplen un papel crucial, se encargan de mantener limpias las calles y los espacios públicos.

No obstante, su labor no está exenta de riesgos; al manipular los desechos urbanos pueden encontrar sustancias tóxicas o peligrosas, así como con objetos afilados que podrían ocasionarles lesiones, considera María Alejandra Fonseca Salazar, integrante de la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad de la UNAM.

El trabajo de los responsables de limpia contribuye a la salud pública al reducir el riesgo de enfermedades transmitidas por la basura y el mal manejo de los desechos.

Además, su labor beneficia al medio ambiente al evitar que distintos tipos de residuos lleguen a cuerpos de agua, contaminen suelos u otros ecosistemas.

Gracias a ellos, nuestra calidad de vida es mejor porque finalmente son quienes separan lo que nosotros, los habitantes de esta ciudad, desechamos como basura, con un beneficio para el ambiente porque evitan la acumulación de desechos como cartón, pet, vidrio, latas de aluminio, etcétera, para depositarlos en centros de transferencia o de separación.

Según DataMéxico, de la Secretaría de Economía, en el primer trimestre de 2024, a nivel nacional, había casi 1 millón de personas barrenderos y trabajadores de limpieza, exceptuando aquellos de hoteles y restaurantes.

María Alejandra Fonseca refiere que en la Ciudad de México hay un aproximado de 10 mil barrenderas y barrenderos, quienes se encuentran en condiciones laborales precarias y carecen de uniformes y equipo de protección adecuados.

Por ejemplo, en ocasiones no utilizan guantes, puede haber vidrios u otros objetos que podrían herirlos; además, este oficio tiene poco reconocimiento social, comenta la experta.

Asimismo, la carencia de mascarilla al manipular sustancias tóxicas cuya inhalación podría ocasionarles, a la larga, problemas respiratorios u otras enfermedades, por lo que este oficio debería considerarse una ocupación peligrosa.

Otros, por carecer de un salario fijo, viven de las propinas que la ciudadanía les brinda cuando recogen la basura en las casas y de lo que obtienen de la venta de productos reciclables que separan en los camiones o en los carritos recolectores de basura; o bien, de los que les entrega la ciudadanía.

Por lo regular los habitantes desechan incorrectamente residuos infecciosos como jeringas usadas, restos de alimentos contaminados y productos químicos que pueden poner en riesgo su salud.

En ese sentido, Fonseca Salazar también plantea la necesidad de reflexionar sobre cómo desechamos y clasificamos nuestros residuos. “Echamos nuestros desechos a una bolsa o al bote y ya, se van de nuestra casa. Nuestra obligación ciudadana es separarla al menos en orgánica e inorgánica, pero no lo estamos haciendo”.

Ya leen los riesgos a los que se enfrenta el personal de limpia, agradezcamos lo que ellos hacen por nosotros al mantener las calles libres de basura. Basta con un saludo, con no tirar la envoltura o las bolsas de residuos y recoger las heces de nuestros perros. PdC.

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