A los fanáticos del horror les encanta una buena historia de asesinos en serie, y si tiene estilazo y desparpajo, es gloria pura. Aunque suene macabro, hay miles de horas de podcasts, series y películas de crímenes reales que detallan los horribles actos de mentes perturbadas o que se inspiran en ellos para crear relatos ficticios. En “Longlegs” de Oz Perkins, nos encontramos con una historia de asesinos en serie envuelta en un procedimiento policial sumido en una pesadilla oscura.
Lee Harker (Maika Monroe) es una novata del FBI, bastante callada y reservada. Tras un incidente traumático en el que su compañero es asesinado, sus superiores descubren que Lee tiene un don especial para “saber” cosas. Sus corazonadas son acertadas, y le asignan un caso de asesinatos perturbadores que se han extendido por décadas: padres que matan a sus familias, dejando un rastro de devastación sangrienta.
Lee se sumerge de inmediato en la tarea, buscando patrones y descifrando cartas crípticas escritas con un alfabeto único por alguien llamado “Longlegs”. A medida que profundiza en estos asesinatos rituales satánicos, siente una conexión que no puede descifrar. Con solo su madre acumuladora, Ruth (Alicia Witt), y su superior, el agente Carter (Blair Underwood), como apoyo, Lee está decidida a encontrar al asesino antes de que otra familia sea aniquilada.
Oz Perkins, conocido por “Blackcoat’s Daughter” y “I Am The Pretty Thing That Lives In the House”, describe “Longlegs“ como una “mezcla de películas de horror”, y se nota. Hay guiños evidentes a “El Silencio de los Inocentes”, “Se7en” y hasta “El Horror de Amityville”.
Hay mucho que apreciar más allá de estos homenajes. Maika Monroe brilla con su habilidad para ser estoica y a la vez transmitir una variedad de emociones. Alicia Witt ofrece una actuación fervorosa y Blair Underwood aporta confianza como el mentor de Lee. La cinematografía de Andrés Arochi y el diseño de sonido inmersivo de Eugenio Battaglia hacen que la película destaque como algo realmente único. La historia es intrigante, los vislumbres de “Longlegs” y sus malévolas maquinaciones son fascinantes, y me hubiera encantado que la película profundizara más en este mundo.
Ojo, uno de los atractivos de la película es ver a Nicolas Cage en acción. Todos sabemos cómo puede devorar una escena, y aquí no decepciona, pero esta vez es demasiado extravagante. Con un maquillaje extraño que no se explica en la película y la falta de una historia de origen para “Longlegs”, su personaje carece de la profundidad necesaria para ser un villano verdaderamente memorable.
“Longlegs” es una historia de asesinos en serie espeluznante y emocionante con una cinematografía preciosa, una gran actuación de Maika Monroe y un diseño de sonido que pone los pelos de punta, y tanto. Sin embargo, las piezas no siempre encajan como deberían; cuando lo hacen, la historia avanza rápidamente sin darnos tiempo para especular o crear teorías antes de que se revelen los giros.
Me voy, “Longlegs” es un viaje de horror visualmente impresionante y emocionalmente intenso que, a pesar de sus imperfecciones, ofrece una experiencia de cine de terror memorable. Es buena. PdC.
Crítica de Antelmo Villa.