CDMX, Diciembre.- El cáncer cervicouterino también se puede prevenir si se detecta a tiempo y para ello es importante saber qué es el cáncer cervicouterino (Cacu) y cuáles son sus síntomas para evitar formar parte de las estadísticas que nos indican que esta enfermedad es la segunda causa de muerte en la mujer.
Cuando las células del cuello del útero (o matriz) crecen, se desarrollan y se multiplican de manera desordenada y sin control provocan cáncer cervicouterino o de cuello uterino.
El cáncer del cuello uterino se asocia a la infección por el Virus de Papiloma Humano (VPH); virus que se transmite por contacto sexual y afecta a ocho de cada 10 personas (hombres y mujeres) en algún momento de la vida.
De acuerdo a la página web de MICAELA, Modelo Integral para la Atención del Cáncer Cervicouterino Localmente Avanzado y Avanzado, existen más de 40 tipos de VPH, de los cuales los tipos 16 y 18 causan el 70 por ciento de los casos de CaCu en el mundo.
Factores de riesgo
Ahí explica que un factor de riesgo es haber tenido infecciones venéreas como Chlamydia, Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), gonorrea y Virus del Papiloma Humano (VPH); compañeros sexuales de alto riesgo, es decir, varones con múltiples parejas sexuales, y múltiples compañeros sexuales.
El tabaquismo también incrementa el riesgo de padecer esta enfermedad, así como antecedentes de displasia del tracto genital inferior.
En etapas iniciales generalmente es asintomático, pero se presenta secreción vaginal inusual con un poco de sangre, sangrado trasvaginal (STV) intermitente e indolora y sangrado o manchado después de las relaciones sexuales.
Síntomas
En enfermedad avanzada, los síntomas son: sangrado trasvaginal (STV) que ocurre entre los períodos menstruales regulares o después de las relaciones sexuales; sangrado abundante y frecuente; sangrado posmenopáusico; dolor durante las relaciones sexuales.
También pérdida de peso y de apetito; mayor secreción vaginal o secreción fétida que no desaparece con tratamiento; dolor en pelvis, espalda y piernas; ardor al orinar (disuria), sangre en la orina (hematuria); sangrado rectal; edema de extremidades inferiores y en casos severos, insuficiencia renal. PdC.