CDMX, Diciembre.- En cuestión de mantenerse siempre saludables, la prevención y detección oportuna es importantísimo, sobre todo en males muy sensibles como el cáncer, y el cervicouterino no es la excepción, por eso es primordial estar atentas a las revisiones médicas periódicas para poder llevar una vida sin sobre saltos.
La prevención, diagnóstico y tratamiento del cáncer cervicouterino requiere de una atención integral, es por ello que el Instituto Nacional de Cancerología, a través del Modelo de Atención Integral en Cáncer Cervicouterino Localmente Avanzado y Avanzado. (MICAELA) brinda atención multidisciplinaria a las mujeres diagnosticadas con esta enfermedad.
En la entrega anterior sobre el cáncer cervicouterino abordamos los síntomas, en esta ocasión nos abocaremos a la prevención, diagnóstico y tratamiento.
Prevención y detección oportuna
La detección oportuna se realiza mediante el tamizaje o cribado, que son pruebas sencillas que se aplican en una población sana con el fin de detectar a las personas que aún no presentan ningún síntoma pese a sufrir una determinada enfermedad.
El principal objetivo es la confirmación diagnóstica y el tratamiento inmediato de los casos detectados para curar o prolongar la vida de las pacientes, con la mejor calidad posible.
La prevención y detección oportuna del cáncer cervicouterino abarca diferentes acciones clasificadas en primaria, secundaria y terciaria, de acuerdo a lo siguiente:
Prevención primaria: reducir el riesgo de infecciones por VPH, ya que si son persistentes, pueden causar esta enfermedad; aplicación de la vacuna contra el virus del papiloma a las niñas de quinto año de primaria o de 11 años de edad, antes de que inicien su actividad sexual.
Educación de niños, niñas y adolescentes sobre sexualidad saludable, adaptada según corresponda a la edad y la cultura, con la intención de prevenir la transmisión de VPH y otras infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH y la reducción de los comportamientos sexuales de alto riesgo.
También la promoción y entrega de condones a personas sexualmente activas; así como la circuncisión masculina con la recomendación médica correspondiente.
Prevención secundaria: tamizaje y tratamiento de lesiones precancerosas.
*Tamizaje de todas las mujeres mediante pruebas de detección temprana para cáncer cervicouterino, citología a mujeres de 25-64 años de edad y prueba de detección de ADN de VPH en mujeres de 35-64 años de edad, para identificar las lesiones precancerosas, generalmente asintomáticas.
*Tratamiento de las lesiones precancerosas identificadas antes de que progresen hacia un cáncer invasor. Incluso entre las mujeres vacunadas contra el VPH es importante seguir el tamizaje y tratamiento cuando lleguen a la edad prevista.
Prevención terciaria: tratamiento del cáncer cervicouterino invasor.
El objetivo es reducir el número de defunciones debidas al cáncer cervicouterino. ¿Cómo?, con atención y control en unidades especializadas que ofrecen diagnóstico y tratamiento del cáncer.
Diagnóstico del cáncer exacto y oportuno, previo estudio del grado de invasión; tratamiento apropiado para cada fase, basado en el diagnóstico; y cuidados paliativos para aliviar el dolor.
El estudio de citología cervical es el método de elección para la detección oportuna del cáncer del cuello del útero.
*La citología cervical se realizará cada tres años en aquellas mujeres con dos citologías previas anuales consecutivas, con resultado negativo a infección por VPH, displasias o cáncer.
*Las mujeres con resultados positivos a procesos inflamatorios inespecíficos deberán continuar con exámenes anuales hasta que haya dos resultados consecutivos negativos.
Diagnóstico y tratamiento
Para establecer el diagnóstico del cáncer del cuello del útero se requiere la presencia de células de aspecto maligno en el estudio citológico, imágenes de apariencia maligna en la colposcopía y la confirmación por el estudio histopatológico.
90% de las mujeres diagnosticadas con cáncer cervicouterino invasor temprano generalmente pueden curarse si reciben tratamiento eficaz.
*Es importante identificar con prontitud los síntomas y signos comunes del cáncer cervicouterino.
*El diagnóstico definitivo de cáncer cervicouterino invasor se realiza mediante el examen histopatológico de una biopsia.
*Después del diagnóstico es necesario realizar pruebas radiológicas como tomografía axial computarizada, resonancia magnética, ‑tomografía por emisión de positrones‑(PET), para valorar el estado de extensión de la enfermedad.
El tratamiento dependerá del tipo de cáncer y la etapa en que se encuentre. Las opciones de tratamiento pueden utilizarse en combinación y son: quimioterapia, radioterapia y cirugía.
El tratamiento puede tener efectos colaterales, como infertilidad, menopausia, malestar o dolor en el coito y cambios intestinales y vesicales, que tu médico podrá ayudar a disminuir durante el tratamiento.
Es muy importante continuar con el seguimiento estrecho después del tratamiento, ya que el cáncer puede regresar.
Esperamos que la información que tomamos de la página web de MICAELA, te haya servido para tener un panorama más amplio de lo que es este tipo de cáncer, pero sí requieres de más datos te comentamos que puedes visitar:
PdC.