CDMX, Diciembre.- Detrás de algunos tipos de violencia que se viven en el país como los feminicidios, homicidios y la violencia sexual, se encuentran problemas de machismo o masculinidad tóxica, que tienen sus bases en mensajes culturales errados relacionados con el poder y lo que significa ser hombre.
Lo anterior son algunas de las observaciones obtenidas a raíz de una serie de talleres, actividades artísticas y culturales realizadas en centros de jóvenes que han tenido problemas con la ley.
El académico de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) Unidad León, de la UNAM, Gonzalo Soltero, junto con egresados de la licenciatura en Desarrollo y Gestión Interculturales de esa entidad académica, brindan talleres de masculinidad a jóvenes en conflicto con la ley.
A partir de actividades artísticas y culturales, como la proyección de películas o la discusión de piezas musicales, promueven que jóvenes que se encuentran en centros o comunidades de tratamiento especializado en la Ciudad de México y en León, Guanajuato, se cuestionen la masculinidad tóxica o violenta, que expresen sus emociones, así como generar empatía con las víctimas de la violencia.
“La idea es, justamente, tratar de romper el molde de masculinidad hegemónica”, señala el doctor en Estudios de Política Cultural.
Explica que en la sociedad, el sexo masculino tiene “encargos” o “mandatos” relacionados con la autonomía, el ser autosuficiente y no buscar ayuda o no expresar emociones, “ser duros”; así como con la promiscuidad y la hipersexualización.
Estos talleres son una estrategia conjunta entre la ENES León y la Universidad de Warwick, Gran Bretaña. También forman parte del Banco de Proyectos de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Su objetivo es conocer las percepciones que los participantes tienen sobre la familia, la sociedad; además se discute qué es un hombre, cuándo se formaron como tal y qué los hace ser más hombres. PdC.
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