CDMX, Diciembre.- Hoy les queremos platicar del ajolote, un anfibio propio de nuestro país, pero de fama mundial. Se popularizó a raíz de que la Casa de Moneda incluyó su imagen en los nuevos billetes mexicanos de 50 pesos.
Bueno, pues resulta que el anfibio urodelo, o sea, que tiene cola tanto en estado larvario como en la adultez, y de cuatro patas, que nada en las aguas de los canales de Xochimilco, tiene su importancia cultural y científica, ya que es protagonista de múltiples investigaciones nacionales e internacionales.
En lo cultural es parte de museos, libros, arte, hasta emojis, incluso se convirtió en mascota popular en diversas partes del mundo, como verás no es cualquier especie, al contrario, lo más interesante es que 22 habitan en México.
De ellas, 17 son endémicas de nuestro país, es decir, son propias principalmente del Eje Neovolcanico que abarca los estados de Veracruz, Puebla, Tlaxcala, Hidalgo, México, Querétaro, Michoacán y la Ciudad de México.
Pero (como siempre hay un pero) el desastre ecológico en los canales de Xochimilco y el incremento de la temperatura por el cambio climático, están acabando con las poblaciones de esas especies, las cuales se reproducen en los meses de frío, aunque las variaciones del clima les afectan de manera sustancial.
El investigador del Laboratorio de Microbiología Ambiental de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala, Diego Chaparro Herrera, comenta que la microbiota en Xochimilco los mata ya que el incremento de la temperatura en su hábitat natural provoca en ellos el crecimiento exponencial de bacterias.
“Más de 18 años trabajando con el ajolote me han llevado a comprender que se ha hecho mucho para salvaguardar esta especie, pero aún se requiere mucho más: regular la calidad del agua y las especies invasoras, entre otros factores. Incluso, la misma presencia de los habitantes de la Ciudad de México influye en la afectación del ajolote de Xochimilco”, alerta el especialista. PdC.