Historias Comunes

Una hermosa leyenda mexicana

Pensando que compartir con ustedes, que platicarles, me puse a buscar por Internet para ver que leía y sin querer encontré leyendas de México, así que me preparé una rica taza de café y me dispuse a leer las que en mi búsqueda aparecían.

Para mi sorpresa encontré varias y me di cuenta que México es rico en tradiciones y relatos que nos dan identidad e historia, que en cada rincón de nuestro hermoso país se encuentran leyendas hermosas, aunque hay otras que a pesar nuestro dan miedo y en ocasiones no creemos.

Y para mi buena suerte encontré este hermoso relato, que digamos de paso no conocía, “La Leyenda de la flor de Cempasúchil”, que ahora comparto con ustedes:

Narra la leyenda que hace mucho tiempo existieron una niña llamada Xóchitl y un niño llamado Huitzilin.

Ambos crecieron juntos y pasaron mucho tiempo unidos durante la infancia, incluso, iniciaron una historia de amor durante la juventud. Un día decidieron subir a lo alto de una colina, allí donde el sol deslumbraba con fuerza, pues sabían que allí moraba el Dios del Sol. Su intención era pedirle a Tonatiuh que les diera la bendición para poder seguir unidos. El Dios sol aceptó y bendijo su amor.

Pronto, la tragedia llegó a ellos cuando Huitzilin fue enviado a participar en una batalla para defender a su pueblo y tuvo que separarse de Xóchitl.

Pasó un tiempo y Xóchitl se enteró de que su amado había fallecido en el conflicto. La muchacha sintió tanto dolor que le pidió a Tonatiuh unirse con su amado en la eternidad. El Dios del Sol, al ver a la joven tan apenada, decidió convertirla en una hermosa flor. Así que lanzó un rayo dorado sobre ella, entonces, creció en la tierra un botón que permaneció cerrado durante mucho tiempo.

Un día, apareció un colibrí atraído por el aroma de la flor y se posó sobre sus hojas. Fue entonces que la flor se abrió y mostró su color amarillo, como el mismo sol. La flor había reconocido a su amado Huitzilin, el cual ahora tenía forma de colibrí.

Cuenta la leyenda que mientras exista la flor de cempasúchil y haya colibríes, el amor de Xóchitl y Huitzilin vivirá por siempre.

¿Qué les pareció?   A mi me gustó y ahora comprendo el hermoso significado de esta flor que no debe faltar en nuestros altares de muerto y que hace que nuestros familiares y amigos puedan regresar a visitarnos en fechas tan especiales.

Cuéntenme si ustedes la conocían o si saben de alguna otra, yo por lo pronto termino mi taza de café y guardo otras leyendas que encontré, que más adelante se las compartiré acompañada, claro, de un rico café.

Compartan sus historias, estoy segura que muchos de ustedes deben de saber por lo menos una, las abuelas siempre tenían una que contar; hurguen en su “cajita de recuerdos”… PM/PdC.

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