Para fomentar acciones de prevención y detección oportuna de cáncer y reducir el número de fallecimiento por esta causa, a partir de 2010 la OMS, el Centro Internacional de Investigación sobre el Cáncer y la Unión Internacional contra el Cáncer establecieron el 4 de febrero como el Día Mundial contra el Cáncer.
Y es que este mal que a todos asusta, provoca aproximadamente nueve millones de muertes al año; se estima que uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres tendrán la enfermedad en algún momento de su vida. Cada año se diagnostican más o menos 14 millones de casos nuevos.
Una característica definitoria del cáncer es la multiplicación rápida de células anormales que se extienden más allá de sus límites habituales y pueden invadir partes adyacentes del cuerpo o propagarse a otros órganos, un proceso que se denomina «metástasis». Las metástasis son la principal causa de muerte por cáncer.
Causas del cáncer
El cáncer se produce por la transformación de células normales en células tumorales Esas alteraciones son el resultado de la interacción entre factores genéticos del paciente y tres categorías de agentes externos:
*carcinógenos físicos, como las radiaciones ultravioletas e ionizantes.
*carcinógenos químicos, como el amianto, los componentes del humo de tabaco, las aflatoxinas (contaminantes de los alimentos) y el arsénico (contaminante del agua de bebida).
*carcinógenos biológicos, como determinados virus, bacterias y parásitos.
La incidencia de esta enfermedad aumenta muchísimo con la edad, muy probablemente porque se van acumulando factores de riesgo de determinados tipos de cáncer. La acumulación general de factores de riesgo se combina con la pérdida de eficacia de los mecanismos de reparación celular que suele ocurrir con la edad.
Factores de riesgo de cáncer
El consumo de tabaco, el consumo de alcohol, una dieta poco saludable, la inactividad física y la contaminación del aire son factores de riesgo de cáncer (y de otras enfermedades no transmisibles).
Algunas infecciones crónicas también son factores de riesgo de cáncer. En el mundo, cerca del 13% de los casos de cáncer diagnosticados en 2018 se atribuyeron a infecciones, especialmente las causadas por la Helicobacter pylori, los papilomavirus humanos, los virus de la hepatitis B y de la hepatitis C, entre otros.
Los virus de la hepatitis B y de la hepatitis C y algunos tipos de papilomavirus humanos aumentan el riesgo de contraer cáncer de hígado y cáncer de cuello uterino, respectivamente. Asimismo, la infección por el VIH aumenta considerablemente el riesgo de contraer determinados tipos de cáncer, como el cervicouterino.
El riesgo de cáncer puede reducirse:
*evitando consumir tabaco;
*manteniendo un peso corporal saludable;
*comiendo una dieta saludable en la que se incluyan frutas y verduras;
*realizando actividad física de forma regular;
*evitando el consumo nocivo del alcohol;
*vacunándose contra el VPH y la hepatitis B en caso de pertenecer a un grupo para el que se recomienda la vacunación;
*evitando la radiación ultravioleta (que resulta principalmente de la exposición al sol);
*reduciendo (en la medida de lo posible) la exposición a la radiaciones ionizantes (por motivos profesionales o durante la realización de pruebas de diagnóstico por la imagen).
*reduciendo la exposición a la contaminación del aire exterior e interior, incluida la exposición al radón (un gas radiactivo que se produce al desintegrase de forma natural el uranio). La exposición al radón puede producirse en hogares y edificios). PdC.
Fuente: Organización Mundial de la Salud (OMS).