Cada día más, el estrés, la ansiedad, la depresión, el suicidio son temas que se van apropiando de pláticas, conferencias, investigaciones, consultas, y es que se observa que aumenta la tasa de fallecimientos por lesiones autoinfligidas en el grupo de población de 18 a 29 años y de 30 a 59 años de edad.
El comportamiento suicida es el resultado de cómo el individuo experimenta procesos psicológicos subyacentes en relación con su historia personal, ambiente y resolución de problemas orientada a evitar o escapar del intenso malestar emocional, ante situaciones de vida altamente estresantes.
La doctora en psicología, Paulina Arenas Landgrave, comenta que el suicidio puede ser detonado al enfrentar factores de riesgos agudos o crisis; es decir, aquellos que le producen estrés excesivo como la desesperanza o la impotencia ante ambientes violentos, pérdidas o fracasos de diversa índole, problemas económicos, así como factores de riesgo crónicos.
Refiere que también hay motivantes de la actitud suicida como mala calidad del sueño, enfermedades crónicas, dolor, trastornos mentales, consumo de sustancias, desesperanza crónica o aislamiento social, al igual que ambientales ya sea estar en un entorno de violencia, discordia, abuso sexual o acoso escolar, entre otros.
La doctora enfatiza que el suicidio no es una enfermedad y, por lo tanto, no se le puede “patologizar”, razón por la cual a partir de la clínica se debe pensar en enseñarle al individuo conductas alternativas para que tenga mayor capacidad de adaptación a los ambientes en los que vive.
De acuerdo con la académica de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM, Paulina Arenas Landgrave, ser sensibles ante la situación que enfrentan quienes intentan quitarse la vida y no emitir juicios sobre su comportamiento, son acciones clave que pueden ser consideradas primeros auxilios para ayudarles.
La experta señaló que la mayoría de los suicidios son prevenibles. Hay que saber que el individuo puede tener un tratamiento que le permita plantearse una vida que considere valga la pena. PdC.
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