Vibrando Alto

Una buena dieta: desintoxicar el alma

Ayer me tocó cita con la nutrióloga y pese a que el refri está lleno de verduras frescas, ricas y que me ayudarán a bajar de peso, casualmente una amiga me envió una nueva dieta que considero no estaría mal que lleváramos acabo, suena difícil, pero hay que intentarlo, veámoslo como cuando iniciamos una dieta de desintoxicación.

Para sacar todo aquello feo que llevamos dentro; sacar emociones, sentimientos, resentimientos, odios, culpas…y que debiera llevar a cabo todos y cada uno de los humanos que habitamos este planeta tierra y es…

La dieta del Perdón

Parece imposible amar a individuos que nos hacen daño y nos decepcionan, pero desafortunadamente este tipo de personas las tenemos de cerca. Hacer las paces con alguien no significa que esa persona las vaya a hacer con nosotros como respuesta. No podemos obligar a nadie a que haga lo que queremos.

Ten en cuenta que la persona a la que castigas cuando no quieres perdonar, es a ti mismo, pues el resentimiento es de quien lo experimenta, está en tu mente y en tu  cuerpo envenenando tu vida, no la de la otra persona, que con frecuencia ni sabe que cometió una ofensa. El perdón significa que te sacudirás de encima el pasado, como si fuera polvo, aprender la lección y seguir viviendo.

Partiendo del hecho de que, cuando recibimos una ofensa, en vez de culpar a la otra persona por su conducta incorrecta, lo que tenemos que hacer es descubrir en nosotros la causa de haber provocado esa situación.

Este ejercicio nos será muy útil para descubrir los motivos que tuvo nuestra mente subconsciente para atraer esa situación desagradable, “obligando” a la otra persona a desempeñar un papel que nosotros necesitábamos para aprender de esa experiencia.

En primer lugar, perdonarte a ti mismo por haber creado la situación de ofensa, y por censurar a la otra persona, que sólo cumplía con su trabajo. Recuerda que nadie obra mal, sino que todo es un simple engranaje donde los esquemas inconscientes interrelacionan entre sí, los del ofensor y los del ofendido.

Escriba después las siguientes afirmaciones 70 veces al día durante 7 días:

– Perdono completamente a… (poner aquí el nombre de la persona)

– Me perdono completamente a mí mismo.

Como las primeras personas a las que hemos de perdonar son nuestros padres, por no haber respondido plenamente a todas nuestras expectativas y necesidades, esta “dieta” deberá incluirlos:

– Perdono completamente a mi padre

– Perdono completamente a mi madre

Para finalizar, existe en lo más profundo de nosotros la creencia de que, de alguna forma, Dios es el “culpable” de nuestras experiencias dolorosas, por haber permitido que sucedieran. Así, para que la dieta sea completa, también deberemos “perdonarle”:

– Perdono completamente a Dios.

¿Y tú? Necesitas esta dieta o te quedas únicamente con la del Nutriólogo. VTL/PdC.

Foto de Brett Jordan en Pexels

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