Cuando recién llegó Maya a casa era una cachorrita hermosa, una peluda que te la querías comer, una bola de pelos que se metía por todos lados y hacía un embrollo en casa.
Todo estaba bien, hasta que empezó a querer subirse a la cama y ¡claro! Yo inmediatamente dije NO, pero con el tiempo y esos ojos a los que no se les puede negar casi nada, terminó por dormir en la cama de toooodos, según su humor.
Luego claro, llegó Wera que era una perrita muy tímida y miedosa por su vida en la calle, se tardó un poco en tener la confianza para pedir subir a la cama, al final se le dio permiso; ella normalmente duerme conmigo y siempre espera que le diga Wera a dormir y cuando llega a la recámara el “súbete” la vuelve loca.
Claro que muchos dirán que es poco higiénico que lo perros estén en la cama porque han estado en la calle, jugado con otros perros… etc. Esto ya es muy personal y dependerá de cada uno lo que quiera hacer.
Pero que tan bueno o malo es que permitamos a nuestras mascotas dormir con nosotros; leyendo algunos artículos encontré en theobjetive.com tres razones que la ciencia respalda dormir con tu mascota.
Aumenta el flujo de oxitocina
También conocida como la hormona del amor, es en gran parte la responsable de nuestra felicidad. Es la que hace que la conexión entre tu lomito y tú sea tan fuerte como la que se crea a nivel biológico entre padres e hijos.
Nos ayuda a combatir el estrés y la ansiedad. Y es la que nos permite incluso dormir más profundamente. De ahí que los perros de asistencia se utilicen más para disminuir las pesadillas en personas que padecen trastornos de estrés postraumático (TEPT).
Promueve la sensación de seguridad
Para muchos el pensar en la soledad es aterrador, especialmente durante la noche. Está demostrado que los peluditos pueden ayudar a reducir el miedo y la ansiedad (esto está comprobado por mí porque soy muuuuy miedosa y el tener a mis mosqueteros me tranquiliza).
Tienen un efecto calmante, nos ayudan a conseguir un estado emocional más equilibrado y nos aportan seguridad. Nos hacen compañía y su sola presencia es suficiente. Algunos estudios aseguran que un lomito en casa puede ayudar a compensar emocionalmente momentos de cambios importantes.
Disminuye la presión arterial
Convivir con lomitos se asocia con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Nos dan apoyo emocional, nos ayudan a interactuar con otras personas y motivan a realizar más actividad física.
La relación con nuestra macota va más allá; a pesar de latir a ritmos diferentes, los latidos de nuestro peludo y nosotros sigue un mismo patrón cuando estamos juntos. Es decir nuestros latidos se sincronizan.
Estudios sobre la interacción lomito-humano sugieren que hablar con nuestros perruchos o acariciarlos durante un rato pueden disminuir la presión arterial en nosotros.
La clave parece estar en el tacto; acariciar a nuestro peludo justo antes de dormir puede, por lo tanto, generar importantes beneficios. Esto sin tomar en cuenta que la respiración del peludito y su estado de relajación cuando se acuesta a tu lado pueden ayudarnos a conciliar más rápido e sueño.
Además de estos beneficios debemos recordar que la unión entre nosotros y los peludos es más fuerte al dormir juntos, que es un acto muy íntimo y no olvidemos lo feliz que podemos hacer a los lomitos cuando duermen con nosotros y los seguros que los podemos hacer sentir por esta acción.
Como he comentado esto depende de cada uno, pero desde mi experiencia si tienes un perro limpio, vacunado y cada vez que sale a la calle le limpias sus patitas, los riesgo se hacen menos.
A mí en lo particular me ha ayudado a sentirme feliz cada vez que Maya, Wera y Sr. Miau duermen conmigo, sí como leen hay momentos que los cuatros estamos en la cama.
¿Y ustedes duermen con sus perritos?, cuéntanos…en la parte de comentarios nos puedes dejar lo que piensas.
“No puedo prometerte que voy a estar el resto de tu vida, pero sí que voy a amarte el resto de la mía”. – Anónimo.
Como siempre les deseo muchas huellitas 🐾🐾🐾 de amor en casa. PdC.
Por La Loca del Gato 🐈 y Otras…
