NO entremos en pánico, aunque es baja la transmisión, la viruela del mono podría llegar a nuestro país; la probabilidad de que se disemine dependerá de la oportunidad con se reporte al médico, por eso es importante poner en práctica medidas de seguridad: usar cubrebocas, lavado de manos, sana distancia y evitar contacto con fauna silvestre o exótica.
Aun cuando estos virus son bastante estables, NO son altamente mutagénicos, es posible que se hayan adaptado a nuevas condiciones, señala el experto del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM, Francisco Monroy López.
No debemos preocuparnos, sino ocuparnos, porque la probabilidad de que se disemine dependerá de la oportunidad con que se reporte, del conocimiento médico, así como de las políticas que establezca la autoridad, considera el especialista.
Además de que no hay condiciones naturales en México para que esa viruela se pueda perpetuar: hasta ahora no se ha encontrado alguna especie animal que sea reservorio, como ocurre en naciones africanas.
Ante cualquier sospecha como malestar, fiebre, dolor de cabeza y de músculos, será importante notificar de inmediato al médico, quien está capacitado para atender y recomendar las medidas a seguir.
A decir del experto Francisco Monroy, el principal cuidado es el aislamiento, una cuarentena estricta y el seguimiento de las personas con quienes tuvo contacto el paciente para que también se aíslen.
Quienes viajen a los países donde se han presentado casos, deben tomar precauciones y evitar el contacto con otras personas. Las medidas que aprendimos con la COVID-19 también son válidas para la viruela del mono:
Usar cubrebocas, lavado de manos y sana distancia.
Refiere que la sana distancia ayuda a disminuir casi a cero el riesgo de adquirir esta enfermedad. Además, hay que estar atentos a las indicaciones que las autoridades puedan proporcionar en este sentido, acudir a fuentes de información confiables, como la Organización Mundial de la Salud, y evitar estar en contacto o adquirir fauna silvestre o exótica.
El especialista definió los tres factores por los cuales una enfermedad se presenta en condiciones que no tenía antes:
“una tiene que ver con el agente, es decir, el virus que podría estarse adaptando mejor a situaciones diferentes; individuos susceptibles, porque el porcentaje de población inmunizada es de menos de 30 por ciento (la vacuna contra viruela humana dejó de aplicarse cuando se declaró erradicada la enfermedad, en 1980), y esto hace que un virus parecido, como el del mono, se pueda transmitir a la población”.
“El tercero es el ambiente, cuyas circunstancias favorables hacen que la enfermedad se disemine: la forma natural de adquirir el virus es por contacto con los reservorios, roedores o animales endémicos. También hay que pensar que hay comercio ilegal de especies exóticas a escala internacional, a partir de las cuales podrían producirse infecciones. Puede ser uno de esos factores, dos de ellos o la combinación de todos, la causa de lo que está ocurriendo”.
Monroy López menciona que por el momento no existe un tratamiento específico contra el virus, aunque hay algunos antivirales que se han probado.
En caso de que el brote comenzara a tener mayor magnitud, lo cual es poco probable, el manejo que se tendría que dar es a través de las vacunas contra la viruela humana, que existen desde hace décadas y se pueden fabricar de forma masiva. PdC.