Reunión de amigas: “área de fumar por favor”; cuatro de las seis mujeres que hay en la mesa de al lado terminan de almorzar, prenden un cigarrillo y sigue la charla acompañada de la taza de café, solo dos no lo hacen, pero no importa, también son fumadoras, “pasivas” pero lo son.
En la actualidad el porcentaje de mujeres con EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) aumenta día a día, regularmente esta enfermedad se asocia a los hombres, sin embargo es un padecimiento que ya afecta por igual a ambos sexos.
No obstante, la EPOC tiene características distintas en las mujeres, los síntomas se dan con mayor intensidad, existe con mayor presencia la desnutrición, el doble de prevalencia de trastornos de ansiedad y depresión, mayor grado de estrés y una tasa más alta de descalcificación.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) siete de cada diez casos de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (71 por ciento) se presenta en personas de más de 30 años en América la mayor parte de estos casos son a causa del humo del tabaco.
A nivel mundial, se estima que este conjunto de enfermedades pulmonares crónicas mata a una persona cada 10 segundos, es decir existen tres millones de pacientes cada año y la OMS predice que para 2030 la EPOC será la tercera causa de mortalidad.
Es importante que las mujeres (y toda la población fumadora) ponga atención en síntomas como tos persistente y matutina, que puede provocar mucha mucosidad, sensación de falta de aire o de aliento que empeora durante la actividad física, sibilancias, sonido similar a un silbido que se produce al respirar, presión en el pecho, sensación de dificultad al respirar o incapacidad para realizar una respiración profunda.
Recuerda que la intensidad de los síntomas dependerá de la evolución de la enfermedad. Sin embargo, son signos similares a los de otras patologías que, ante la presencia de alguno de ellos, es importante acudir al médico.
Desafortunadamente dicho padecimiento suele generar síntomas cuando la capacidad pulmonar ya se encuentra reducida en más del 40 por ciento por lo que reconocer sus primeros signos y actuar en consecuencia puede mejorar su pronóstico.
Por ejemplo, en muchos casos, se considera que la clásica tos del fumador es algo normal, pero no es cierto. Este síntoma ya está indicando un problema. Lo mejor es acudir al médico para que se pueda diagnosticar la enfermedad tempranamente.
Para su diagnóstico se requiere una espirometría, no te asustes hazte el estudio este es indoloro y te ayudará para medir la obstrucción de los bronquio; este es recomendable que todos los fumadores de 40 años o más se lo efectúen, tengan o no síntomas.
La EPOC, además, suele asociarse a otras patologías, como diabetes, hipertensión, insuficiencia cardiaca y arritmias, entre otras, y es fundamental diagnosticarlas de forma adecuada para instaurar el tratamiento apropiado.
Si bien es cierto que la EPOC no tiene cura, si se puede tratar, así que empieza por dejar de fumar o cuando las personas a tu alrededor saquen el cigarrillo aléjate de ellos o pídeles que no lo hagan. VTL/PdC.
Foto de Ozan Çulha.