La narcolepsia es una palabra que suena fuerte y hace imaginar situaciones nada agradables, pero no; este es un problema del sistema nervioso que causa somnolencia extrema y ataques de sueño no precisamente por la noche, sino por el contrario, durante el día; y este es justamente el gran dilema porque altera toda la dinámica laboral y social de quien la padece.
Como les informamos en una entrega anterior, las personas con narcolepsia tienen un nivel bajo de hipocretina, sustancia química también conocida como orexina, producida en el cerebro que le ayuda a mantenerse despierto.
Medlineplus refiere que en los pacientes con narcolepsia, hay una menor cantidad de las células que producen esta sustancia, y puede deberse a una reacción autoinmunitaria, es decir, cuando el sistema inmune del cuerpo ataca por error el tejido sano corporal.
Pero ¿cómo saber si se tiene narcolepsia? En su sitio electrónico, Mayo Clinic refiere que uno de los síntomas es la somnolencia excesiva durante el día; las personas se quedan dormida sin aviso previo, en cualquier lugar y momento, a tal grado que pueden estar trabajando o platicando con amigos y de repente se queda dormido por minutos o hasta por media hora.
Cuando se despierta se siente descansado, pero más adelante vuelve a sentir sueño. La somnolencia excesiva es el primer síntoma que aparece y el que causa más problemas, pues dificulta la concentración y la función normal.
Otro signo es la pérdida repentina del tono muscular, llamado cataplejía, es decir, provoca varios cambios físicos, desde problemas en el habla hasta debilidad absoluta en la mayoría de los músculos, que puede durar unos cuantos minutos.
La cataplejía no se puede controlar y es provocada por las emociones intensas, por lo general positivas como la risa o la emoción, pero en ocasiones también aparece con el miedo, la sorpresa o el enojo. Por ejemplo, cuando te ríes, es posible que tu cabeza caiga sin control o se te doblen las rodillas de repente.
Algunas personas que padecen narcolepsia solamente experimentan uno o dos episodios de cataplejía en el año, mientras que otras presentan numerosos episodios cada día; aunque no todas tienen cataplejía.
Parálisis del sueño es otro síntoma más; quienes sufren narcolepsia a menudo experimentan incapacidad temporal para moverse o hablar mientras se quedan dormidos o al despertar.
Episodios que suelen ser breves (duran unos segundos o minutos) pero provocan miedo. Es probable que se esté consciente del trastorno y no tengas problemas para recordarlo después, aún si no tienes control sobre lo que te sucede.
Esta parálisis del sueño imita lo que ocurre con normalidad durante un período del sueño que se conoce como ciclo de movimiento rápido de los ojos (REM). Esta inmovilidad temporal que se presenta durante el ciclo REM evita que tu cuerpo se mueva para actuar los sueños.
No obstante, no todas las personas que sufren parálisis del sueño tienen narcolepsia. Muchas personas que padecen narcolepsia experimentan algunos episodios de parálisis del sueño.
Un síntoma más son los cambios en el ciclo de sueño con movimiento rápido de ojos (REM). Durante el ciclo REM es que ocurren, por lo general, los sueños. El ciclo REM puede presentarse en cualquier momento del día o la noche para las personas que padecen narcolepsia. Aquellos que tienen narcolepsia a menudo llegan rápido al ciclo REM, generalmente unos 15 minutos después de quedarse dormidos.
Y las alucinaciones; estas alucinaciones se conocen como alucinaciones hipnagógicas si ocurren cuando te estás quedando dormido, o alucinaciones hipnopómpicas si suceden al despertar.
Un ejemplo es la sensación de que hay un extraño en la habitación. Estas alucinaciones pueden ser muy vívidas y terroríficas, ya que no estás dormido por completo cuando empiezas a soñar y experimentas los sueños como si fueran realidad.
Estos son algunos de los síntomas más comunes de la narcolepsia que de acuerdo a la página de medlineplus.gov, generalmente ocurren por primera vez entre los 15 y los 30 años de edad.
Foto de Karolina Grabowska.
