Miscelánea

Peligra nuestra alimentación

Cacao, café, plátano, aguacate, aceite de oliva, uvas, duraznos, cerezas, nectarinas, ciruelas, arroz, trigo y maíz, NO es la lista para hacer las compras, es la lista de los alimentos que podrían desaparecer por el cambio climático.

Para mala fortuna de nosotros, los efectos del cambio climático recaen en la producción de ciertos alimentos que necesitan gran cantidad de agua o de zonas húmedas para su desarrollo, como lo necesitan el cacao y el café, por mencionar.

Los expertos dicen que las inundaciones, sequías, olas de calor y tormentas son fenómenos que se han intensificado en los últimos años como consecuencia del aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero que surgen del sistema de producción y la actividad humana que han provocado este fenómeno que conocemos como cambio climático.

Por nuestra actividad humana tan acelerada son inevitables las consecuencias sobre los cultivos, la pesca y la ganadería y, por consiguiente, sobre los alimentos que llegan a nuestra mesa.

De acuerdo a información publicada en el portal Directo al Paladar, el cacao solo puede crecer en zonas con humedad alta y suelo rico. Aunque  este producto es originario de América, actualmente el 50 por ciento del chocolate del mundo proviene de Costa de Marfil y Ghana, países que se encuentran amenazados por el aumento de las temperaturas que alteran su producción.

El plátano es el mismo caso del cacao; requiere de clima moderado para madurar y de una cantidad de agua constante para su crecimiento. El aumento de temperaturas y los fenómenos climáticos frenan su producción.

Frutas como los duraznos, cerezas, ciruelas y nectarinas para polinizarse de forma adecuada requieren de temperaturas frías, pero el aumento de calor en sus zonas de producción provoca que tarden en crecer y que lo hagan en menor cantidad.

Las altas temperaturas y sequías erosionan las tierras de cultivo, desventajas para el café al provocar que su calidad disminuya. En el caso de la uva, es una de las frutas más afectadas por el cambio climático, lo que podría poner en riesgo su desarrollo y por consecuencia la producción de vino.

Otra de las consecuencias del aumento de la temperatura en el mundo repercute en la aparición de nuevas plagas y epidemias, que afectan a los cultivos. Esta situación, junto con el aumento de la aridez del suelo a causa de las sequías, amenaza la producción de los olivos de los que se extrae el aceite.

El arroz, el trigo y el maíz, al igual que otros cultivos, se encuentran en riesgo por la disminución de la capacidad de la tierra para producirlos.

El aguacate es un fruto que deja una enorme huella de carbono pues requiere una gran cantidad de agua para crecer. Según información publicada en The Guardian, se utiliza un total de 230 litros de líquido  para solo un árbol. Si a esto le sumamos la erosión de los grandes territorios de cultivo por la sobreproducción de aguacate,  su futuro es un poco incierto. PdC.

Foto de PhotoMIX Company.

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