La Luna es protagonista de canciones, poemas de amor, de historias, de sueños, de fantasías…muchos cuando éramos niños pensábamos que la Luna era de queso, porque a la distancia eso parecía, un queso gruyer. Mucho años después en la década de los sesentas la magia se terminó, un grupo de astronautas llegó a la Luna, y no, no era de queso, pero lo bueno de ese viaje lunar fue que se inició otro maravilloso, la exploración de ese enigmático satélite natural.
Por eso es que la Luna también tiene su fecha especial y es mañana. 20 de julio Día Internacional de la Luna, declarada por la Asamblea General de las Naciones Unidas para conmemorar el aniversario del primer aterrizaje de seres humanos pertenecientes a la Misión Lunar Apolo 11 en 1969.
La idea de esta fecha es sensibilizar a la comunidad internacional acerca de la importancia de la exploración y utilización sostenibles de la Luna, “el techo del mundo” como la ha nombrado Jesús Galindo Trejo, investigador del Instituto de Astronomía, quien dice que el ser humano desde que está en la Tierra se ha fijado en ella por ser una fuente de sabiduría, parte de la naturaleza.
“Si en una Luna llena observamos sus mares, distinguiremos que semeja un conejo: su cuerpo, su cola, esto no solo fue observado por culturas orientales, sino también por los mesoamericanos. Es el Conejo de la luna, que hace dibujar el Padre Sahagún, cronista del siglo XVI. De hecho, cuando vemos salir a la Luna, el conejito está de pie, y cuando se mete lo hace de cabeza”, describe el especialista en Arqueoastronomía del México Prehispánico de la UNAM.
De la Luna dice que es el objeto nocturno más brillante, pero también puede mirarse de día como un sello de agua. En los eclipses participan la Luna y el Sol; de hecho, sin el astro rey no la podríamos ver porque este emite la luz y ella, a manera de espejo, la refleja.
“La Luna hace posibles los eclipses, que es de los fenómenos más grandes y llamativos en la naturaleza. A partir de que el humano observa por primera vez el cielo, es posible pensar que inicia el proceso para penetrar en el Universo. Si los antiguos no hubieran dirigido su vista al cielo, no pudiéramos penetrar en éste”.
El integrante de la Unión Astronómica Internacional y autor del libro “Arqueoastronomía en la América Antigua” recuerda que en 1611 sucedió el primer eclipse después de la denominada Conquista de Tenochtitlan, considerada como “una mordida de Sol”.
Anticipa que el 14 de octubre de 2023 sucederá un eclipse anular, cuando la Luna está más lejos que el promedio y su tamaño angular es menor que cuando se atraviesa e intenta tapar el disco de Sol, no alcanza a llenarlo por completo, y entonces se define un anillo que se observará en una trayectoria que pasará por la Península de Yucatán.
Algo más impresionante, afirma, ocurrirá el 8 de abril de 2024. Durante cuatro minutos y medio lo vamos a observar en pleno día: “Veremos una noche artificial, la Luna tapará por completo el disco de Sol. Se podrá ver la corona, los planetas, las estrellas y esto se verá solamente por una trayectoria de 200 kilómetros; empezará en el Pacífico, entrará por Mazatlán en Sinaloa, y también se verá en Durango, Coahuila y luego se moverá a Texas. Valdrá la pena desplazarse a esta franja y observar este fenómeno”. PdC.
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