Una vida tan agitada nos ha hecho olvidar que necesitamos descanso de vez en cuando.
Descanso físico, nos ayuda a cargar pila y mejorar la salud mental y física y esto lo logramos durmiendo lo necesario, tener actividades reconstituyentes cómo hacer yoga, taichi, o ¿qué tal un masaje?
Descanso social, es necesario para re conectar con personas que sumen a nuestra vida y nos hagan sentir bien; pasar tiempo con quienes nos impulsan a seguir alcanzando nuestros sueños, solidarias, positivas, que nos apoyen a cargar energía.
Descanso mental, nos ayuda a liberar pensamientos que abruman a nuestro cerebro y llegan a causarnos hasta dolor de cabeza. Esto se logra alejándote de las pantallas de televisión, celulares o tabletas; caminar por un momento, dejar de pensar en las preocupaciones, meditar o tomarse un tiempo para inhalar y exhalar de manera consiente.
Descanso emocional, se trata de trabajar internamente en la auto consciencia para conocernos mejor, saber qué necesitamos y queremos en nuestra vida, fijarnos en fortalecer lo que nos hace sentir bien y equilibrar nuestro pensar, hacer y querer.
Descanso espiritual, trata de conectarte con algo más allá de lo físico y tangible, en ello, en lo que tú crees y confías; en donde tú profundo sentido de pertenencia se quede quieto y tranquilo; trata de agradecer día a día, de orar, de actuar en consecuencia.
Toma té o un café o un respiro o un descanso, te hará bien, el que tú elijas. VTL/PdC.
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