“Duermes como un angelito”, “a ti nada te quita el sueño”, “duermes plácidamente como si no debieras nada”, “como si nada te preocupara”, “duermes como si tuvieras la conciencia tranquila”, entre otras, son frases alusivas para aquellas personas que no tienen problemas para dormir o como dijera otra frase: “duermen de un solo jalón.
Sin embargo hay quienes no lo pueden hacer. La mitad de la población adulta se queja de tener mala calidad del sueño. Y otro tanto más, pero mucho más, aproximadamente mil millones de personas en el mundo, padecen apnea del sueño, es decir, trastornos que afectan la forma de dormir.
La apnea del sueño es un trastorno que impacta el estado físico general y la vida cotidiana de quien la padece, señala el jefe de la División de Educación Continua e Innovación, de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) León, Roberto Ruiz Díaz.
Pero ¿qué la provoca?, el experto comenta que estas alteraciones están relacionadas con la obesidad, aumento de peso y con hábitos nutricionales. Que el 45 por ciento de la población adulta ha referido que tiene mala calidad de sueño en algún momento de su vida, y que más de 30 por ciento de los hombres son roncadores.
Lo recomendable es que en la etapa adulta se duerma ocho horas diarias para que las personas pasen por las diferentes etapas del sueño para que les permita llevar a cabo los procesos biológicos de reparación del organismo.
Al suspenderse la respiración mientras se duerme, la oxigenación decrece a niveles críticos, incluida la del cerebro y los procesos metabólicos de reparación.
Ante esto, es importante atender de manera multidisciplinaria estas alteraciones mediante especialidades como la otorrinolaringología, pediatría, psicología, terapias de lenguaje y ahora también a partir de la odontología que impulsa la medicina dental del sueño.
“Como ortodoncistas brindamos algunas soluciones, específicamente para la apnea, a partir de dispositivos de avance mandibular, que son aparatos de uso nocturno y hacen que la mandíbula tenga una posición más adelantada, libera la permeabilidad de la vía aérea a nivel faríngeo y hace que el paciente ya no ronque o ronque menos”, explica el experto.
De acuerdo con el especialista, “los niños también tienen apnea del sueño y lo puede diagnosticar un odontopediatra y tratarlo simultáneamente con el otorrinolaringólogo”.
En edades tempranas se pueden detectar obstrucciones de las vías respiratorias altas asociadas al maxilar superior derecho o relacionadas con el crecimiento de las adenoides, tejidos linfáticos que se encuentran en las vías respiratorias altas entre la nariz y la parte posterior de la garganta, o de amígdalas. También con algunos problemas por rinitis alérgica, entre otras.
Uno no imaginaría que el no dormir bien pudiera generar daños importantes en el organismo como hipertensión, metabólicos como la diabetes, incluso cardíacos.
Por ello, Ruiz Díaz expuso que en la ENES León se promueve la medicina dental del sueño y para ello iniciarán, en conjunto con la Universidad de Tufts, de Estados Unidos, cursos para atender de manera multidisciplinaria estas alteraciones, consideradas un problema de salud pública.
El primero será impartido por especialistas internacionales de medicina y cirugía del sueño, neumólogos, otorrinolaringólogos y ortodoncistas, mediante cuatro módulos que se realizarán de septiembre de este año a marzo de 2023, en instalaciones de la ENES León, la institución educativa estadounidense y en línea. PdC.
Foto de cottonbro.