Al Paciente con Amor

“No lo echen en saco roto”, las vacunas previenen y protegen de virus

Ante la ola de enfermedades provocadas por virus, algunos provenientes de animales, es importante tomar conciencia de lo vital que es la vacunación desde pequeños, y bueno ahora con mayor razón por la emergencia sanitaria que continúa no solo por el coronavirus, sino por otros virus que ya se tenían en control y que ahora están resurgiendo.

Para tener una idea del porqué debemos vacunarnos, baste decir que a diario la convivencia no solo es con personas, también lo hacemos con virus o bacterias que están en todas partes.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que las enfermedades infecciosas atraviesan fronteras con facilidad e infectan a las personas que no están protegidas, ya que los patógenos que las causan circulan en todo el mundo o en partes de él.

Es por ello que las razones para vacunarse deben ser para protegernos a nosotros mismos y proteger a las personas que nos rodean. De no hacerlo corremos el riesgo de contraer enfermedades graves que pueden ser discapacitantes y mortales.

Al protegernos evitamos contagiar males que se pueden prevenir con la vacunación, asegura la OMS, pues sus beneficios son mayores a los riesgos, ya que sin vacunas habría más casos de enfermedades y defunciones.

Muchos males se pueden prevenir mediante la inmunización como el tétanos que puede ocasionar dolores muy intensos, espasmos musculares y coágulos sanguíneos, mientras que el sarampión puede inflamar el encéfalo (encefalitis) y causar ceguera.

Para quienes dudan de su inocuidad, sepan que las vacunas:

*Son sometidas a pruebas rigurosas en todas sus fases de ensayos clínicos, y aun tras su comercialización.

*Los científicos dan seguimiento a la información respecto a indicios de efectos secundarios.

La inoculación puede producir dolor en el brazo o fiebre baja; efectos leves y temporales.

Aunque no se descarta que en ocasiones se registran  efectos secundarios graves, éstos son sumamente raros, ya que sus componentes garantizan inocuidad y eficacia.

Una vacuna contiene:

*El antígeno, una forma muerta o debilitada de un patógeno (por ejemplo, un virus o una bacteria) que prepara a nuestro organismo para reconocer y combatir una determinada enfermedad en el futuro.

*Adyuvantes, ayudan a incrementar la respuesta inmunitaria y, así, facilitan la acción de las vacunas.

*Conservantes, garantizan que la vacuna mantenga su eficacia.

*Estabilizantes: protegen la vacuna durante su transporte y almacenamiento.

Algunos de los componentes que figuran en la etiqueta de las vacunas nos son desconocidos, pero muchos de ellos están presentes de forma natural en nuestro organismo, en nuestro entorno y en los alimentos que ingerimos.

Para garantizar su inocuidad, se hace un examen y un seguimiento integral de todas las vacunas y de sus ingredientes por separado, informa la OMS. PdC.

 Foto de Anna Shvets.

Deja un comentario

Your email address will not be published.

Te puede gustar