En fin de semana es cuando más solemos darnos unas “escapaditas” de nuestro régimen alimenticio para controlar el peso. Generalmente luego de comer o cenar no podemos escapar al “infantable” postre y nos dejamos pedir esas delicias sin pensar que el exceso de azúcares puede poner en riesgo nuestro corazón.
Y aunque no nos guste saberlo, pero debemos conocer que su ingesta en la alimentación diaria de forma prolongada puede dañar al corazón, directa (ocasiona aumento de los triglicéridos y del colesterol), o indirectamente (aumenta el riesgo de obesidad y diabetes).
Desafortunadamente, el azúcar es el ingrediente que gusta a casi todo el mundo de forma natural, o bien, añadida en los alimentos para potenciar el dulzor.
Sin embargo, las altas concentraciones de azúcar en sangre resultan ser la principal causa de la hipertrigliceridemia, que es la alteración de las grasas o lípidos en sangre y que aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
No obstante, los niveles alterados de glucosa en sangre, como las enfermedades relacionadas con el corazón, son condiciones que se pueden controlar realizando cambios en la alimentación.
Beatriz Portilla, especialista en nutrición, señala que la alimentación en nuestro país se distingue por su alto contenido en azúcar y, aunque es deliciosa, debemos tener cuidado en cuanta ingerimos al día.
Reducir el consumo de refrescos, jugos, bebidas energéticas y leer las etiquetas de los alimentos, son pequeños pasos que nos ayudan a controlar la ingesta de azúcar.
La especialista indica que en el mercado existen diferentes opciones para endulzar, como los edulcorantes sin calorías que otorgan el sabor dulce, y que una de sus ventajas es que no se metabolizan como el azúcar.
Reemplazarla por los endulzantes bajos en calorías, es una manera deliciosa y segura de reducir el azúcar agregada y las calorías, con estos sustitutos es posible disfrutar de una dieta con menos azúcar y calorías sin renunciar al sabor.
Para el bienestar de toda la familia, la especialista en nutrición, Beatriz Portilla sugiere el uso de Splenda® como un sustituto del azúcar, el cual ofrece soluciones y se adapta a las necesidades y gustos de la familia.
Señala que la evidencia científica respalda la seguridad de su consumo para toda la familia: niños, mujeres embarazadas y en lactancia, adultos mayores y personas que viven con diabetes.
El camino hacia una dieta saludable para el corazón consiste en cuidar nuestra alimentación: menos azúcar, más balanceada y realizar actividad física de manera regular. PdC.
Foto de GypsyCompassRose.
