El pasado 26 de septiembre como prueba para proteger la Tierra y estar listos para una posible amenaza de un cometa u otro objeto, la NASA colisionó la nave Dart contra un asteroide, el cual fue un éxito. Pero qué sabemos de esta operación de defensa de nuestro planeta.
Como citamos, la colisión fue intencional y diseñada para probar si las rocas espaciales que pueden ser una amenaza para nuestro planeta, podrían se apartadas o desviadas de manera segura.
El investigador del Instituto de Astronomía de la UNAM en Ensenada, Joel Humberto Castro Chacón, dice que DART es el primer intento para evitar la colisión de algún objeto.
“Es un ensayo de una técnica que se llama impacto cinético, que fue conducida por la NASA con el nombre DART, que significa Prueba de Redireccionamiento de un Asteroide Doble”.
Explica que básicamente es un módulo que contiene un rastreador, una cámara para buscar el objeto, antenas de comunicación y arreglos de energía solar.
Lo que llamamos nave, es un módulo de aproximadamente 1.5 metros con un peso de 500 kilogramos sin los paneles solares, el que se usó para dicha prueba.
Los científicos universitarios consideraron que la misión de la NASA del 26 de septiembre fue un éxito, pues consiguió chocar y modificar la trayectoria del asteroide Didymos, de 160 metros de diámetro.
La organización busca poner a prueba su Plan de Defensa Planetaria, que tiene como objetivo prevenir los impactos de grandes asteroides. Dentro de unos días se conocerá si la ligera desviación lograda fue la esperada.
“El conjunto del asteroide binario Didymos-Dimorphos incrementa su brillo y su tamaño visible por la cantidad de material que el impacto desprendió”, comenta Castro Chacón.
El investigador señala que DART fue una misión de bajo costo, de 230 millones de dólares, bajo presupuesto comparado con los 10 mil millones de dólares del telescopio espacial James Webb.
Los astrónomos universitarios manifestaron que en el Observatorio Astronómico Nacional de San Pedro Mártir, en Baja California, también estudian los NEO (siglas de Near Earth Object, u objeto próximo a la Tierra) y realizan el proyecto astronómico TAOS-II, que consiste en observar más allá de la órbita de Neptuno.
TAOS-II es un Censo Automatizado de Ocultaciones por Objetos Transneptunianos (cuyo nombre deriva de las siglas en inglés de Transneptunian Automated Occultation Survey). Se trata de una colaboración internacional con Taiwán que se encargará de medir la distribución de tamaños de objetos pequeños (de aproximadamente un kilómetro de diámetro).
Esta información incluye datos importantes acerca de la formación y la evolución dinámica del sistema solar y ayudaría a comprender el mecanismo por el cual un objeto en el cinturón de Kuiper es perturbado hacia una órbita cometaria.
El proyecto opera con tres telescopios de 1.3 metros de diámetro cada uno, con un campo de visión de 2.3 grados cuadrados.
No cabe duda que los científicos cada vez nos sorprenden con sus investigaciones, pero sobre todo de cómo sus conocimientos los ponen al servicio de la humanidad, para proteger a nuestro planeta Tierra. PdC.
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