A mayor elevación de estrés más vulnerables y frágiles somos biológicamente. “Nuestro cuerpo está más débil para protegerse”. Por desgracia este componente mental afecta a cerca del 30 por ciento de la población mexicana.
Porcentaje de personas que padecen hipertensión, cáncer, diabetes y demás enfermedades no transmisibles y transmisibles como la COVID-19. Y es que los altos niveles de estrés se asocian a cambios inmunológicos intensos y uno de ellos es la respuesta inflamatoria.
Los citadinos preguntaríamos ¿qué hacer ante un estado de estrés, cómo controlarlo?, porque al parecer es en las ciudades donde más se vive de manera agitada y estresada.
El académico de la Facultad de Psicología de la UNAM, Benjamín Domínguez Trejo, destaca que la actividad diaria durante 30 o 40 minutos puede contribuir a modular el estrés en la población mexicana.
Además de sentirse querido, apoyado, no discriminado y practicar la respiración lenta, son factores psicológicos que contribuyen a bajar o modular la actividad inflamatoria, relacionada con cambios inmunológicos intensos generados por estrés.
Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental que se conmemora hoy 10 de octubre, el experto señala que para mejorar las defensas inmunológicas es recomendable incorporar la caminata a nuestros hábitos, ya que es una práctica que cualquier persona puede hacer.
Destaca que las personas que caminan más de seis mil pasos al día, que es aproximadamente de 30 a 40 minutos de caminata, tienen menores niveles de inflamación.
Del lado afectivo, indica que cada vez es más sólida la evidencia de que una persona al contar con la percepción de apoyo social, es decir, querido, apoyado, no discriminado, tiene grandes repercusiones para la conservación de la salud física y emocional.
“Una persona que se siente tratada injustamente, presenta niveles de inflamación más elevados y en este sentido, es más vulnerable”, añade el especialista que durante más de tres décadas ha colaborado en la evaluación y apoyo para cuidar la salud mental y bienestar de pacientes con cáncer.
Asegura que una de las grandes lecciones es que incluso una persona con cáncer avanzado puede tener niveles altos de salud mental, ya que la capacidad humana para adaptarse es enorme.
Otro procedimiento sencillo que cualquier individuo puede poner en práctica es la respiración lenta, incluida la realización de yoga. “Es un recurso que permite poder transitar de un estado de estrés elevado a uno de serenidad, en minutos, sin tener que recurrir a fármacos”, agrega Domínguez Trejo.
El experto universitario señala que la pandemia por la COVID-19 mostró que quienes manejan inadecuadamente las situaciones con niveles medios o altos de incertidumbre, sufren más consecuencias negativas en su salud emocional y física.
Comenta que el hecho mismo de estar vivos produce estrés, en algunos casos, en niveles inmanejables, prolongados o intensos. A ellos se suman nuestros miedos, la manera en que nos preparamos para la incertidumbre.
El experto en aplicación y diseño de tratamientos no invasivos de tipo psicológico para problemas de salud -dolor crónico, estrés postraumático, adicciones-, señala que este año el lema para conmemorar la efeméride es: “Hacer de la salud mental y el bienestar para todos una prioridad mundial”.
Una de las tareas pendientes en la materia, precisa el especialista, es medir, cada vez con mayor precisión, qué personas son más frágiles para el manejo del estrés en México y quiénes tienen esas “herramientas” que les permiten transitar por situaciones elevadas de tensión y salir de ellas, incluso, poder ayudar a otros.
“Sabemos que alrededor del 70 por ciento de los mexicanos sí pueden manejar bien el estrés y un 30 por ciento no, pero eso hay que estudiarlo, medirlo, mejorar nuestras herramientas de medición.
Según la Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (ENBIARE 2021) 15.4 por ciento de la población adulta de México señaló tener síntomas de depresión, y en las mujeres se incrementó hasta 19.5 por ciento. Además, 19.3 por ciento también reportó padecer signos de ansiedad severa.
En tanto, 31.3 por ciento de los adultos expresó tener ansiedad mínima o en algún grado, según la Encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Domínguez Trejo recalca que los problemas de salud mental son aún poco comprendidos. En Estados Unidos, por ejemplo, se calcula que de 30 a 40 por ciento de la población con problemas serios e incapacitantes no son atendidos oportunamente y en nuestro país, el escenario es más difícil.
“Una de las bondades de esta efeméride es que se habla de la salud mental, de la repercusión o el beneficio de poder compartir las evidencias con las que contamos y de las cuales estamos convencidos, que los datos nos revelan que son útiles para la mayoría de las personas”. PdC.